Con la suerte ya echada y mientras los indecisos se deciden, los políticos de la provincia buscan su rinconcito para alejarse del mundanal ruido y relajarse tras la intensa campaña. Casi todos, al menos.

Alberto Fabra (PP), aspirante a revalidar la presidencia de la Generalitat, será uno de los que se lo tomarán con calma y dedicará el día, ha dicho, a hacer deporte, descansar y pasar el rato con la familia. Lo mismo hará el alcalde popular de Castellón y candidato, Alfonso Bataller: deporte, familia y descanso. Mientras, la alcaldable socialista a la capital, Amparo Marco, pasará la mañana y la tarde con sus hijas, a las que se llevará al cine tras una comida con el comité electoral. Andrés Martínez, candidato por EU, estará con su mujer y su hijo paseando por el Grao. Por su parte, el cabeza de la lista local de Compromís, Enric Nomededéu, irá a comprar “como todos los sábados” y después de paella con 20 ó 25 amigos (no políticos), con los que hace una porra sobre los resultados de las elecciones.

Y jornada aún intensa la que le espera también al candidato socialista a la Generalitat, Ximo Puig, que aprovechará el día para visitar agrupaciones locales del partido y pasará la noche en Morella, para poder votar el domingo en su pueblo y sí mismo, ya que encabeza la lista autonómica por Castellón.

Otro que estará ocupado es que Jesús Monleón, candidato a Les Corts por EU, que aún tiene que cumplir con sus obligaciones como concejal de Jérica y pasará la mañana organizando un triatlón. Después, eso sí, intentará descansar.

También Vicent Marzá, que encabeza la de Compromís, y que se estaba pensando ayer si se marchaba o no a Linares a apoyar al CD Castellón, a la vez que tenía previsto reunirse con los interventores, pero después de dar un paseo por la montaña para despejarse.

Nada como una jornada de reflexión para diluir fronteras entre partidos. H