Valores como el talento, la dedicación, afán y esfuerzo se dieron cita el pasado jueves con motivo de los premios Empresa del Año que cada ejercicio convoca el Periódico Mediterráneo. Fueron más de 400 asistentes, entre empresarios, dirigentes políticos y responsables de la administración pública, los que consiguió reunir este reconocido certamen que tuvo como escenario las instalaciones del Auditori de Castellón.

Este esperado acto sirvió para condecorar a un total de siete compañías de diferentes sectores industriales, un reconocimiento a su labor y un gran empujón para su equipo humano. Y también para la provincia, que cuenta con un vasto tejido empresarial. Y así se hizo patente durante la gala.

LOS PREMIADOS

El cuadro de honor de la convocatoria lo encabeza, este año, Cartonajes La Plana, de la industria de envases y embalajes, que fue galardonada con el Premio Empresa del Año, una estatuilla que recogió Juan Ignacio Piquer de manos del ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig. El Grupo Ravi, dedicado a transportes y excavaciones, recibió un reconocimiento por su labor medioambiental; Biótica, empresa centrada en la biotecnología, recogió el premio por su I+D+i; BDMED, del negocio de los carburantes, fue premiada por ser una joven empresa; mientras que Absara-Hidrobox, del sector de la construcción, recogió el galardón a la Calidad. La empresa cerámica Colorker fue recompensada por su iniciativa y expansión; y Akiwifi, de telecomunicaciones, se llevó a casa el reconocimiento por su gran equipo de trabajadores.

Un aluvión de premios en un encuentro que estuvo conducido, otro año más, por la periodista Maribel Vilaplana, quien acompañó a todos los asistentes durante el transcurso de la velada y fue la encargada de desvelar a los triunfantes ganadores de la noche.

Cabe recordar que desde el año 1998, el Periódico Mediterráneo ha distinguido a un total de 137 firmas, llegando ya a la 19ª edición de unos premios con un gran poder de convocatoria.

Una noche en la que, además de galardones, directivos, dirigentes políticos y empleados repartieron grandes dosis de sacrifico, emprendedurismo y empeño. H