La brecha salarial no hay que buscarlas en la aplicación de los convenios colectivos, que no hacen diferenciación alguna entre trabajadores. La causa estriba, según los sindicatos, en la alta precariedad, temporalidad, parcialidad y desventajosos complementos salariales que llevan implícitos algunos de los puestos de trabajo y en determinados sectores, que representan menores salarios.

De otro lado, para comprender los motivos de estas diferencias de salarios entre hombres y mujeres también se tienen en cuenta factores relacionados con la conciliación familiar, al ser ellas, casi de forma generalizada, las que asumen mayores responsabilidades en el hogar y esta circunstancia les acarrea una posición de desventaja con respecto a los trabajadores del sexo masculino.

Un tercer factor que explica esta brecha salarial, según las mismas fuentes sindicales, apuntan a la escasa presencia de la mujer en los puestos de responsabilidad de las empresas, tanto en el escalafón medio como en los que tienen que ver con la alta dirección.

Y por último, la última causa que se explica para entender esta posición de desventaja se refiere a que ellas, por lo general, cobran menos complementos en las nóminas que sus mismos compañeros de trabajo, aunque tengan la misma categoría, similar carga de trabajo y responsabilidades en el puesto.