La formación es un elemento básico para el desarrollo individual y de la sociedad en su conjunto. La mayor cualificación, especialización y la apuesta por la educación posobligatoria (Formación Profesional de grado medio y superior y Educación Universitaria, así como másteres) otorgan además un valor añadido que influye, en gran medida, en las opciones de acceso al mercado laboral.

En este sentido, según los datos que arrojan los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) en materia de Educación y Mercado Laboral, la tasa de empleo correspondiente a los individuos de edades comprendidas entre los 25 y los 64 años, con estudios superiores, era del 79,8%, hace poco más de un año, un porcentaje que en la Comunitat Valenciana alcanzaba el 75,6%.

La amplia oferta en formación universitaria en la Comunitat Valenciana, en el curso 2017/2018, aglutina 258 grados, que se agrupan en 18 áreas temáticas; así como 407 másteres y 142 doctorados, según los datos registrados en Educabase.

FORMACIÓN PRÁCTICA

A los estudios universitarios se suman los grados medios y superiores, que dan respuesta a la necesidad de personal cualificado, especializado en los distintos sectores profesionales. La Formación Profesional oferta más de 150 ciclos formativos, dentro de 26 familias profesionales, con contenidos teóricos y prácticos adecuados a diversos campos.

Estos títulos toman como referencia las necesidades de cualificación del sistema socioproductivo y están enfocados desde la perspectiva de la adquisición de capacidades para ejercer los roles en situaciones de trabajo, a los niveles requeridos en la ocupación. Esta demanda del sistema productivo viene determinada por los cambios sociales de los últimos años: reestructuración del mercado de trabajo, el incremento de los servicios sociales, la aparición de nuevos campos profesionales, el desarrollo tecnológico, la automatización creciente de los procesos productivos, así como las nuevas formas de organización y gestión. Esto significa el paso paulatino de un sistema que acredita la formación a otro que, además, acredite competencia profesional.

EL FUTURO A CORTO PLAZO

La Formación Profesional se perfila como un ámbito educativo con un gran futuro y será una vía fundamental para la empleabilidad de los jóvenes. Según los expertos, en los próximos dos años, la mitad de los puestos de trabajo que demandará el mercado laboral precisarán profesionales con una cualificación intermedia, para los que prepara la FP.

Otra de las razones que incrementa la apuesta por la FP es su eficacia para reducir el fracaso y el abandono escolar temprano. De hecho, las matriculaciones para el curso 2017-2018 indican una tendencia al alza.

Según los expertos, la FP es una alternativa ilusionante para aquellos quieran desarrollar su inteligencia aplicada, así como encontrar un camino profesional que les permita acceder pronto tanto a la autonomía laboral como personal.