España no se incorporará al sistema de patente comunitaria única debido a que Bruselas no considera el español como una lengua oficial, discrimina a las empresas y plantea inseguridad jurídica, según ha señalado esta semana el ministro de Economía, Luis de Guindos.

En este sentido, España viene reivindicando un marco europeo de propiedad industrial que simplifique y reduzca los costes de obtener una patente. El proyecto europeo de crear una patente comunitaria única en 2010 preveía que las solicitudes se pudieran presentar en cualquier idioma junto a una traducción en inglés, francés o alemán, una propuesta que fue rechazada por España e Italia por el tema de la lengua.

Ante este retraso, Bruselas autorizó a 25 países miembros a establecer una cooperación reforzada para la patente unitaria, que actualmente está pendiente de ratificación. «España siempre ha apoyado la creación de un título comunitario de patentes», según De Guindos, pero «no podemos unirnos a este sistema». El ministro también explica que al excluirse el español como lengua oficial «las empresas tendrían que traducir a una de las lenguas oficiales las solicitudes de patentes que realicen y, además, respetar patentes no traducidas al español», lo que puede crear inseguridad jurídica.