La renta, como el anuncio aquel del algodón no engaña. Hemos analizado los últimos datos de la Agencia Tributaria donde se cuantifica en cerca de 12.000 el número de contribuyentes de IRPF que declaran rentas agrarias en la Comunitat de forma profesional, es decir aquellos que más de la mitad de sus rentas provienen deL campo.

En el informe que hemos hecho comparando datos se observa la continua brecha de la renta de esos profesionales agrarios con la media del conjunto de los contribuyentes de nuestro territorio, cifrada en un 50% de diferencia entre unos y otros. Los datos fiscales demuestran cómo las estadísticas del Ministerio no reflejan fielmente la realidad de los agricultores y ganaderos de nuestro territorio y están, además, muy por debajo de la media del resto de sectores.

Así, aquellos contribuyentes para los que la agricultura representa más del 50% de su renta -que a efectos exclusivamente renta podrían asimilarse a los agricultores profesionales- tienen un rendimiento medio agrario de 8.824 euros por una media en España de 10.825 euros, es decir nuestros profesionales están unos 2.000 euros por debajo de la media estatal. Si comparamos la cifra con el conjunto de rentas declaradas por todos los contribuyentes en la Comunitat Valenciana, que se eleva a 17.531 euros, la diferencia ya es abismal, de cerca de 9.000 euros.

Según refleja la Agencia Tributaria, en la comparativa regional, serían Murcia, La Rioja, Extremadura, Canarias, Andalucía y Madrid las autonomías en las que los declarantes con rentas agrarias superiores al 50% de sus rentas totales presentan mayores medias: por encima de 12.000 euros en todos los casos y de 13.000 las dos primeras. En el extremo contrario están Cantabria y Galicia, por debajo de los 8.000 euros y la Comunitat Valenciana, Baleares y Asturias, que no alcanzan los 9.000 euros.

La Unió, a la vista de los datos, considera que aún queda mucho camino por recorrer para equiparar las rentas de los agricultores a los del resto de los ciudadanos y recuerda el mandato del artículo 130 de la Constitución a los poderes públicos para que atiendan a la modernización y desarrollo de la agricultura y la ganadería a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles. Lo mismo que sucede con nuestro Estatuto de Autonomía donde en su artículo 18 se dice que “desde el reconocimiento social y cultural del sector agrario valenciano y de su importante labor en la actividad productiva, en el mantenimiento del paisaje, del territorio, del medio ambiente, de la cultura, de las tradiciones y costumbres más definitorias de la identidad valenciana, La Generalitat adoptará las medidas políticas, fiscales, jurídicas y legislativas que garanticen los derechos de este sector, su desarrollo y protección, así como de los agricultores y ganaderos”.

Después del tiempo transcurrido lo que hay en la Constitución y Estatuto está muy lejos de cumplirse y no está justificada la autocomplacencia que, con tanta frecuencia, exhiben los gobiernos al hacer balance de su gestión en el sector agrario. Insistimos en que es necesaria la puesta en marcha de medidas que impulsen nuestro sector productivo agrario y que recorten el abismo que separan las rentas de los agricultores y ganaderos profesionales agrarios de las del resto de ciudadanos.