En las 67 páginas y ciento diez acciones recomendadas en la Agenda para el fortalecimiento del sector industrial para España, aprobada por el Ministerio de Industria, no hay ninguna referencia a la ventaja que ofrece hablar el mismo idioma, el español, por 400 millones de personas.

Esto es así porque la empresa que ha redactado la agenda no es española, porque de otra manera no se entiende. Nos gastamos millones de euros y horas estudiando inglés porque queremos entendernos con la población de habla inglesa, ya que es obvio que entenderse proporciona ventajas para los negocios, y al mismo tiempo nos contradecimos una vez más, ignorando por completo a los que hablan igual que nosotros y con los que ya nos entendemos.

En Castellón tenemos un claro ejemplo de la ventaja que representa hablar el mismo idioma, el Congreso Qualicer Congreso Mundial de la Calidad Cerámica, iniciado hace ya 26 años.

A partir de entonces los países hispanoamericanos entre otros Colombia. Perú, México y Venezuela, al conocernos en el congreso, comenzaron a enviar sus técnicos a estudiar y formarse en la Universidad Jaume I de Castellón. ¿Y qué pasó después cuando estos técnicos volvieron a sus países?. Pues que surgida la natural afinidad con su profesores y la industria que conocieron, se crearon nuevos lazos, que facilitan desde entonces las compras con aquellos a los que entiendes y te han formado.

Esto es así y debe estar muy presente en la globalización económica, en la que las barreras arancelarias desaparecen porque se consideran antidesarrollo, opresoras de los débiles y exentas de responsabilidad corporativa. Sin embargo, sí que surgen nuevas barreras técnicas, en forma de normativa de calidad, ampliamente aceptadas por la conciencia global, porque calidad es aspirar a lo mejor y a nadie se le puede privar de este deseo. Y en el entendimiento e interpretación de estas barreras técnicas la sutileza y la ventaja de hablar un mismo idioma nativo es fundamental. La cancillera alemana, Sra. Merkel, en sus declaraciones sobre el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, cita como un claro aumento de riqueza la homologación de normas técnicas de calidad entre Europa y América.

Nosotros ya hemos empezado con Hispanoamérica, con nuestro proyecto de exportar el conocimiento y la formación para Auditores en Seguridad Industrial y Homologación de Normas .

Es un grano de arena, pero concreto, proporcional a nuestras fuerzas y de disponibilidad inmediata. Esperamos que cunda el ejemplo y aprovechemos las ventajas de nuestro idioma.

*Presidente del Colegio de Ingenieros Superiores Industriales