¿Podría prevenirse el cáncer mediante marcadores genéticos? ¿Podría mejorar la calidad de vida de los enfermos con fármacos más seguros? ¿Podrían conseguirse nuevas vacunas frente a enfermedades que hoy son letales? ¿Se podría mejorar la producción de los cultivos y la calidad de los alimentos que consumimos?

Gracias a la biotecnología, todos estos retos han dejado de ser una esperanza de futuro para ser una feliz realidad. La insulina o la hormona del crecimiento humana se producen hoy en día en grandes cantidades y de forma segura mediante esta tecnología. Lejos quedan los tiempos en los que debían obtenerse de cerdos o de cadáveres con los problemas que eso suponía. La obtención de vacunas, antibióticos y otros fármacos para prevenir o curar enfermedades humanas y animales se basa hoy en día en el uso de la biotecnología y está permitiendo reducir costes y aumentar su seguridad a escala internacional. La secuenciación de nuestra información genética se puede realizar en unos días por menos de cien euros y así, podemos conocer nuestra propensión a padecer muchas enfermedades. A nivel agroalimentario los cultivos modificados genéticamente son una realidad comercial y existen proyectos científicos muy avanzados que permitirán crear alimentos con propiedades mejoradas, como el arroz dorado, una variedad producida a través de ingeniería genética que contiene pro-vitamina A y que puede mejorar la dieta de un tercio de la población mundial y prevenir malnutrición y enfermedades. A nivel medioambiental ya existen bacterias y plantas modificadas genéticamente para ayudar en la descontaminación de suelos y mares que han sufrido vertidos de petróleo o de residuos industriales. Otros muchos ejemplos de aplicaciones de la biotecnología se encuentran en la industria alimentaria, en la fabricación de detergentes, nutraceúticos, cosméticos, textiles, etc.

Los estudios científicos a nivel internacional siguen a buen ritmo y cabe esperar que los avances y aplicaciones biotecnológicas se multipliquen en el futuro reciente. Existen proyectos para conseguir vacunas frente avirus tan dañinos como el del sida, para desarrollar nuevas terapias génicas que modificarán tejidos humanos para curar enfermedades. Se trabaja igualmente en la detección precoz de enfermedades y en el diseño de herramientas para la fecundación in vitro. Existen proyectos para usar vegetales modificados genéticamente en la detección de explosivos en campos de minas o para producir nuevos materiales: plásticos degradables o biocombustibles.

Pese a su potencialidad y probablemente debido a los avances tan rápidos de la ciencia en este campo, la biotecnología ha despertado recelos en la población, muchos de ellos basados en la falta de información.

La UJI ha diseñado un curso de verano en el que se tratarán todos estos aspectos de la biotecnología. Mediante clases, talleres, conferencias, mesas redondas y excursiones a empresas y centros de investigación se pretende acercar este potente grupo de técnicas a la población interesada. H

*Profesor del Departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural y codirector del curso