La presidenta del PPCV, la valldeuxense Isabel Bonig, afronta el periodo preelectoral de cara al 2019 con una propuesta de gobierno ya sobre la mesa, en la que menos impuestos y un modelo educativo diferentes son puntos fuertes, junto con la crítica frontal al Consell que preside Ximo Puig, al que responsabiliza de una falta de gestión «absoluta». Lo hace también bajo la sombra del calendario de los casos judiciales por corrupción que afronta su partido. En este punto, pide dejar actuar a la justicia.

--Esta semana ha presentado usted las líneas de lo que será su programa de gobierno para la Comunitat, entre las que anuncia que bajará los impuestos ¿cómo lo hará? ¿Es viable recaudar menos con la financiación actual?

--Sí que es posible, porque el gobierno del presidente Puig tiene, sin haber cambiado el modelo de financiación que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero, casi 3.000 millones de euros más en estos años. La economía va mejor, ha aumentado la recaudación y el tipo de interés del FLA, que es cero porque lo paga el Estado, también supone un ahorro. Al final, es una cuestión de prioridades. Este año se ha aumentado el capítulo de personal en las empresas públicas y la Generalitat en algo más de 500 millones de euros, con 55 millones para la nueva televisión pública valenciana o 28 millones para la agencia de innovación. Dinero hay, pero este gobierno prefiere invertir en chiringuitos, antes que en bajar impuestos.

--Pero convendrá conmigo en que la Comunitat está infrafinanciada. ¿No cree que ya es hora de sentarse y negociar un nuevo modelo de financiación?

--Total y absolutamente de acuerdo en que hay un mal modelo de financiación. Nosotros lo hemos mantenido siempre, y por eso hemos apoyado al presidente Puig para que cambie ese modelo. Ha tenido el apoyo político que nosotros no tuvimos del PSOE y Compromís. Le pedimos un paso más para cambiarlo donde hay que hacerlo, en el consejo de política fiscal y reformar la LOFCA.

--¿Comparte la opinión del presidente gallego Núñez Feijóo cuando le dice a Ximo Puig que debería estar agradecido por la condonación de la deuda en lugar de quejarse por la infrafinanciación?

--Le reconozco al presidente Puig que tiene que reclamar un cambio de modelo de financiación. Me hubiese gustado que hubiera admitido que ese modelo, el que hoy padecemos, y que antes aplaudía, lo aprobó su partido, pero solo le he escuchado reproches al Gobierno del PP de Mariano Rajoy. Lo que tiene que hacer el señor Puig es no enfrentarnos con comunidades, porque lo que dijo el señor Núñez Feijóo es verdad. Yo le diría, sobre todo, que se ponga de acuerdo con sus socios de gobierno, porque no sé yo si Compromís le va a dejar a Puig firmar el nuevo sistema.

-Ha mencionado la televisión. Esta semana ‘Mediterráneo’ ha publicado una información ahondando en los despropósitos de À Punt. ¿Qué futuro le ve a la televisión tal cual está planteada?

--Le veo un futuro muy complicado. Ahora da la sensación que el Consell, el señor Puig, la señora Oltra y Podemos, se quieren desentender de una televisión que ellos insistieron en crear. Ya hemos visto incompatibilidades de algunos de sus miembros, dudosos procesos de selección, y a quién han puesto al servicio para dirigir esta televisión. Está la que fue directora de TV3, aquí en su sucursal en el País Valencià, Empar Marco, quien dijo que «se veía con ilusión y envidia» todo el proceso separatista. Creo que tienen una responsabilidad el señor Puig y la señora Oltra porque ellos aprobaron la ley -con la complicidad de Ciudadanos- y no puede ser que se desentiendan. Tendrán que dar la cara, porque fue una promesa electoral que abrirían Canal 9. Hoy vemos en los medios de comunicación que de los 600 y pico trabajadores, solo 58 vienen de fuera del ámbito de la antigua RTVV.

--Volviendo a su programa, ¿qué peso tendría el valenciano en su modelo educativo?

--Siempre hemos abogado por la libertad. Durante los 20 años del gobierno del PP nadie podrá decir que no se ha facilitado o fomentado el uso del valenciano. No estamos en contra, sino a favor de que exista una línea en castellano y una línea en valenciano y que los padres libremente elijan. Somos partidarios de mantener la exención del valenciano en las zonas castellanoparlantes, porque en ellas, apenas un 2% son los que no cogen el valenciano para sus hijos y eso es positivo. Lo que ha hecho el Consell es utilizar de nuevo la lengua como un vehículo de confrontación. Una experiencia piloto que puso el PP en el 2009 --en Castellón en los colegios Sanchis Yago de la capital y José Soriano de Vila-real-- en centros públicos en los que el 80% de sus asignaturas se imparten en inglés y es por ahí por donde debemos caminar.

--A menudo habla de adoctrinamiento separatista en las aulas de la Comunitat, ¿existe? ¿qué consecuencias puede tener?

--Sí, y el PP lo ha advertido desde un principio. Porque hemos visto lo que ha sucedido en Cataluña y no queremos que dentro de 10 años la Comunitat Valenciana sea una Cataluña dos. Los nacionalistas utilizan el control de la educación y de los medios públicos para extender sus tesis y su proyecto político, además de crear toda una red clientelar de asociaciones, de entidades afines al proyecto nacionalista. Esa hoja de ruta es la que ha repetido aquí, con su obsesión de abrir una televisión pública que difícilmente pueda aportar objetividad y neutralidad, teniendo en cuenta que la gestionan gente de Compromís, Esquerra Republicana del País Valencià, y del PSOE, con ayudas a medios de comunicación catalanes, que incumplen además de una forma flagrante nuestro Estatuto de autonomía.

--Parece que Mónica Oltra ya no es la enemiga a batir en las próximas elecciones.

--El sorpasso que al principio de esta legislatura se veía yo creo que nadie puede mantenerlo en esta Comunitat. El problema no es Oltra o Marzà; el problema es el presidente Puig. Él es el presidente de la Generalitat y él tiene que dirigir la acción del Gobierno. Si pasa todo lo que está pasando en sanidad, en educación, si no hay gestión y hay un avance del proyecto nacionalista en esta Comunitat para acabar dentro de 10 o 15 años o menos como Cataluña es precisamente porque Puig lo permite o lo consiente.

--Dentro del clima preelectoral, su proyecto político de aquí al 2019 va a estar marcado por el calendario judicial de la ‘Gürtel’ y de algunos otros casos. ¿En qué medida afectará a su partido?

--Que se vuelva a hablar de estos casos no nos gusta, pero no podemos hacer absolutamente nada. La gente ha visto que estos casos están juzgándose y son del pasado, y serán los tribunales los que determinarán la inocencia o la culpabilidad de la gente. Estas personas ya no ocupan ningún cargo en el PP, ni ningún cargo institucional. No valoramos estrategias procesales de nadie. Solo pedimos que se deje actuar a la justicia. Me da la sensación que algunos partidos políticos usan estos casos del PP para tapar su falta de iniciativa política.

--Ha dicho sentirse «decepcionada» por lo que se dice en el juicio de la ‘Gürtel’. ¿Esperaba algo diferente?

--No nos gusta que se involucre a determinadas personas, o que se revele lo que están revelando en el juicio, pero nosotros no valoramos esas declaraciones. Seamos conscientes de que hay otros casos que vemos que no tienen tanta trascendencia mediática, cuando es verdad que la corrupción nos afecta y nos lleva al descrédito de la clase política.

--¿Cree que Francisco Camps debería de dejar su cargo en el Consell Jurídic Consultiu tras implicarle Ricarlo Costa en la financiación ilegal del PPCV?

--Hemos dicho siempre que, con la ley en la mano, es una decisión personal del señor Camps. Tampoco queremos que se haga el circo y se utilice esto por parte de Compromís y PSOE. Para circo el que hay en Les Corts. Que cambien la ley y hagamos un órgano estrictamente técnico, jurídico y despoliticemos. El PSOE no quiere, ni Ciudadanos, ni Compromís, ni Podemos tampoco.

--Y también ha dicho que Camps hizo cosas buenas y cosas malas. ¿Qué hizo bien y qué mal?

--Hubo una transformación de la Comunitat Valenciana evidente, se construyeron colegios, infraestructuras, se dio una vuelta a la Comunitat. Eso es una realidad. También hubo cosas que no estuvieron bien, haber controlado todas esas cuestiones, y algunas inversiones que, a lo mejor en una época de crisis, deberían haberse repensado o paralizado.

--Usted se refiere a menudo a la complicidad de Ciudadanos con el actual Consell. ¿Le preocupa su ascenso en las encuestas?

--Digo lo de la complicidad porque en Les Corts votan más con el tripartito, con PSOE, Compromís y Podemos que con el PP. El resultado de Ciudadanos ha sido muy bueno en Cataluña, hay que reconocerlo, pero creo que la situación es diferente, pero queda mucho tiempo, mucho margen de maniobra. Ciudadanos nace en Cataluña, donde el PP ha ido perdiendo presencia en los últimos tiempos, pero el PP en la Comunitat tiene mucha más estructura, ha sido siempre un partido más fuerte. Hemos abanderado el proyecto de defensa de la Comunitat dentro de España, de la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, precisamente para que eso que ha sido siempre una bandera el PP no la coja el partido Ciudadanos.

--Rajoy sitúa al partido de Rivera como enemigo a batir. ¿Es partidaria de marcar diferencias o de un acercamiento?

--De lo que estoy a favor es de que el PP recupere su mensaje tradicional, sus principios y sus valores. El PP ha sido siempre un partido que ha estado al lado de las clases medias, fomentando la economía de libre mercado, al lado de los autónomos, de la libertad en materia educativa, defendiendo la pluralidad de España dentro de un proyecto nacional, defendiendo la Constitución, la igualdad de los ciudadanos españoles ante la ley, el progreso... Yo soy más partidaria de que ese discurso no nos lo arrebate Ciudadanos que de entrar en una confrontación con ese partido. También es verdad que hay que recordar a Ciudadanos que en algunas cuestiones ha dado bandazos o se ha querido adueñar de muchas propuestas que llevaba el PP.

--Se habla mucho de la sucesión de Rajoy, fuera y dentro del partido. ¿Cree que debería seguir o propiciar el relevo generacional?

--Si es difícil marcar candidatos cara al 2019, al 2020 todavía más, pero Mariano Rajoy ha dicho en infinidad de ocasiones que tiene ganas de repetir, que se encuentra bien y tiene ganas. Creo que no hay ningún problema, porque hay que reconocerle el trabajo que ha hecho, no solamente para sacar a este país de la crisis junto con los ciudadanos, sino también como ha afrontado la cuestión catalana, que ha sido la crisis institucional más importante que ha vivido España junto con el 23-F en estos años de democracia. Creo que tiene todo el derecho a presentarse.

--Rajoy ha aplicado la ley en Cataluña, pero el proceso independentista va a más. ¿Qué solución ve para Cataluña? ¿Hace falta una reforma Constitucional?

--Es una solución política con la ley en la mano. Lo que han demostrado Rajoy, el PP, el Gobierno, es que aquí todos los que infringen la ley, responden ante los tribunales. Los nacionalistas, separatistas, creían que al final el Estado se iba a achantar, pero ha aplicado los resortes para la defensa del orden constitucional. Quizás es verdad que el Estado no ha estado presente en Cataluña, y ese espacio ha sido ocupado por los nacionalistas, que han ido expandiendo sus ideas, y situándose como víctimas frente a un hipotético enemigo, España y el Gobierno. Estado, comunidades y partidos debemos aprender de esos errores. Es fundamental que cualquier cuestión política suponga presencia del Estado en Cataluña, porque Cataluña es Estado, y cuando se hable de esa reforma constitucional, pues saber bien hacia dónde vamos, porque es el siguiente paso, que algunos ya van a empezar a plantear.

--La relación del PPCV con Génova se había enfriado por los casos de corrupción. Parece que se ha normalizado, y hay visitas frecuentes de ministros y del presidente Rajoy a la Comunitat.

--Creo que la dirección nacional siempre ha tenido muy presente que la Comunitat es fundamental, no solo para que el PP gane elecciones, sino también para la economía española y para la cohesión y vertebración de España. Siempre hemos tenido una relación fluida. Sí fue una petición del PPCV que había que tener presencia, sobre todo frente a un Consell, que es del señor Puig que no gestiona, no hace nada y está constantemente llorando y lamentándose de lo poco que hace el Gobierno. Creo que es bueno para que la gente vea como el Gobierno de Rajoy está invirtiendo en esta Comunitat y provincia, y es bueno y necesario que el Gobierno de España venga al territorio, a la Comunitat, a contarlo, porque si no, los ciudadanos escuchan el lamento del presidente Puig, sin ver ni una acción.

--También parece que se han formalizado las relaciones con las organizaciones empresariales.

--Siempre ha habido buena relación del PP con los empresarios. Lo que habíamos tenido es algunas diferencias con las organizaciones empresariales. La semana pasada tuvimos una reunión muy cordial. Vamos a seguir trabajando y ayudando. Es fundamental que las organizaciones sean política y económicamente independientes, y cada organización cumpla con su finalidad. Será bueno aprender de los errores cometidos en el pasado.

-Javier Moliner deja la política. ¿Cree que Miguel Barrachina sería un buen presidente de la Diputación?

--Miguel sería una buena opción en cualquier cargo que ocupase. Persona más preparada, trabajadora, peleona y aguerrida que Miguel Barrachina, hay pocas. Por tanto, representa esa suerte que tienen los partidos de encontrar gente que puede ocupar cualquier cargo, porque tiene dos cualidades muy importantes: es un gran comunicador y es muy trabajador. Es el líder oficial y el líder de la perfección.

--¿Ve a Begoña Carrasco como alcaldesa de Castellón ciudad?

--Sí. Tiene muchísimas cualidades para ser una gran alcaldesa, tiene empatía, es luchadora, es trabajadora, y se cree el proyecto y esto es fundamental.