Matemático, este castellonense que ya ha destacado en varias facetas de la vida pública, sobre todo al frente de la Universitat Jaume I, dirige desde hace casi dos años la Autoridad Portuaria. El conflicto de la estiba le ha pillado en plena tarea para tratar de impulsar PortCastelló.

--Han pasado 20 meses desde que dirige la Autoridad Portuaria. ¿Qué balance hace?

--Muy positivo. En el 2016, PortCastelló creció el triple en tráfico que el sistema portuario y está entre los principales puertos españoles. Se ha convertido en el sexto más rentable de España. El Ministerio ha aprobado un ambicioso plan de inversiones con más de 76 millones hasta el 2021. Por otra parte, se han tomado decisiones importantes para tener un crecimiento sostenible: reestructuración de la deuda que ahogaba la capacidad inversora; cambiar el equipo de la Fundación PortCastelló e involucrar a empresas para potenciarla; priorizar la protección medioambiental; instaurar los premios Faro PortCastelló; rebajar tasas y ampliar bonificaciones para ser más competitivos; apertura a la sociedad potenciando la comunicación; y reivindicar el trato que merece PortCastelló, que ha llevado a que la Aduana vuelva al puerto en unos meses y a que en personal e inversiones tengamos un mejor trato. Han sido 20 meses de intenso trabajo del personal de la Autoridad Portuaria y de toda la comunidad portuaria.

--¿Cual ha sido el asunto más difícil al que se ha enfrentado?

--Sin duda el conflicto de la estiba. La Autoridad Portuaria no tiene competencia y es un tema que se trata a nivel nacional entre Ministerio, patronal y sindicatos, pero sin embargo las consecuencias se padecen en los puertos y en sus entornos productivos. El conflicto, además del daño económico, tiene paralizadas decisiones que estaban maduras, como nuevas inversiones privadas o una nueva línea muy interesante que iba a empezar a operar a final del pasado mes y que lo aplazó tras la convocatoria de huelga. Ante este asunto, tengo una enorme preocupación y siento que el trabajo hecho se puede venir abajo, como sucederá con los contenedores de tránsito, que han crecido un 317% en el primer cuatrimestre y que con seguridad caerán como consecuencia del conflicto, agravado en nuestro puerto tras la decisión de los estibadores de no trabajar un fin de semana. Estimo que se perderán 30.000 movimientos de contenedores de tránsito respecto a las previsiones (que se estaban cumpliendo) y tendrán muy difícil vuelta. Esos son muchos jornales y mucho dinero perdido.

--¿Este tema tiene visos de solucionarse a corto plazo?

--El conflicto corre el peligro de enquistarse y con ello salen perdiendo las partes implicadas, pero también los puertos, las navieras, las empresas importadoras y exportadoras y la economía en general. Las dos partes tienen que esforzarse en flexibilizar sus posturas para llegar a un acuerdo cuanto antes.

--Cara al futuro, ¿qué reto es el más relevante a su entender?

--La consolidación de PortCastelló como un gran centro logístico en el Mediterráneo que generará nuevos tráficos y atraerá empresas que crearán nuevos puestos de trabajo, como ha sucedido en otros lugares. No hay más que aprender de quienes lo han hecho bien. Para ello es preciso acabar de urbanizar la dársena sur, mejorar la conectividad terrestre del puerto viaria y ferroviaria (tenemos aprobados los fondos necesarios), aprobar un PGOU que haga atractivo Parc Castelló (en el que hay inversores interesados) y la construcción de la estación intermodal junto al puerto como sucede en los principales puertos del entorno (Barcelona, Tarragona o València) y para la que el puerto ya tiene aprobados los 20 millones que costará.

--Sobre la dársena sur, ¿hay nuevos proyectos a corto plazo?

--Sí. Hay un proyecto muy maduro de casi 40.000 m2 que probablemente vaya al próximo consejo de administración; nos han presentado otro con una inversión de 1,2 millones para una concesión de 30.000 m2 que iniciará en breve el trámite de selección pública; hay otro en fase avanzada de estudio de 65.000 m2; y varias solicitudes de información.

--En este objetivo, es fundamental el acceso sur en tren. ¿El proyecto va a salir a concurso o lo realizará la ingeniería del Ministerio de Fomento, Ineco?

--Tras haber conseguido el millón de euros del fondo de accesibilidad terrestre para el proyecto, lo haremos por la vía más ágil que es la encomienda de gestión a Ineco. Este año se iniciará la redacción del proyecto y prevemos 12 meses para su culminación.

--Para este inicio del 2017 estaba previsto comenzar la nueva dotación ferroviaria entre la dársena sur y la norte. ¿Cuándo se podría comenzar a trabajar?

--Aún estamos pendientes de la declaración de impacto ambiental, que podríamos tener en un par de meses. Si es así saldrá a concurso y se resolverá en este año. Por el importe, el concurso tiene que ir al Diario Oficial de la Unión Europea y eso alarga el plazo de adjudicación. Si se inician las obras en el 2017 acabarán a mediados del 2019.

--Sin estas infraestructuras el puerto no cesa de crecer. ¿Qué tráfico prevé para este año?

--En el primer cuatrimestre tenemos un crecimiento de más del 10%, pero hay que tener en cuenta el impacto negativo del conflicto de la estiba, el del bloqueo de Argelia a la importación (que es el cuarto país en importancia de tráfico desde PortCastelló) y la parada de la refinería de BP que disminuirá notablemente el tráfico. Por tanto somos cautos y en el plan de empresa tenemos como objetivo acabar con 17.269.000 toneladas, lo que supondrá un nuevo récord. Es un objetivo prudente que aspiramos a superar.

--El puerto destaca por su conectividad con el Mediterráneo y el Norte de África. ¿Hay alguna zona prioritaria para la conexión?

--En el 2016 PortCastelló conectó con puertos de 101 países y tiene buenas conexiones regulares con todos los países del Mediterráneo, Mar Negro, Mar Rojo, África y Golfo Pérsico. Ahí está nuestro gran nicho de mercado. El crecimiento de las exportaciones de Castellón hacia América hace cada vez más atractiva la conexión feeder con un puerto hub que permita hacer los trasbordos, pero también sé que hay líneas estudiando escalar en Castellón con destinos en la parte este del continente americano.

-Otro tema prioritario son los cruceros. ¿Qué necesita Castellón para que vengan más pasajeros?

--El próximo sábado 24 llegará un nuevo crucero pero no podemos conformarnos con uno o dos al año como ha pasado hasta ahora, porque Castellón tiene potencial para mucho más. Para crecer hay dos cosas necesarias: elaborar desde Castellón una oferta turística específica y atractiva para cruceristas y lograr el reconocimiento de Castellón como un buen destino de cruceros entre las navieras del sector. En ello está trabajando el comité impulsor de cruceros, en el que están la Agència Valenciana del Turisme, Diputación, Ayuntamiento, Cámara y Autoridad Portuaria, con la asistencia externa de un experto. Estoy convencido de que el trabajo conjunto dará sus frutos a medio plazo.

-Otra de sus prioridades es la apertura del puerto a la sociedad, pero la reactivación de Puerto Azahar es un asunto pendiente. ¿Qué se puede hacer?

-Los castelloneneses tienen que acercarse más al Grao porque tiene mucho bueno que ofrecer. El Red Pier Fest ha demostrado que si hay actividades interesantes la gente viene al muelle de Costa. La Autoridad Portuaria, junto al concesionario de Puerto Azahar está trabajando en hacerlo más accesible y programar actividades atractivas, como una exposición espectacular durante todo el mes de agosto. El pasado año se abrieron una pulpería y Muelle 31, con 4 espacios gastronómicos, y esta semana ha abierto una trattoria-coctelería. Puerto Azahar está ganando interés.