La CUP lanzó este jueves una clara advertencia a Junts per Catalunya y ERC: "Si alguien se piensa que cuando tiene un acuerdo con la CUP se puede echar atrás, que se prepare". La frase la pronunció el diputado Vidal Aragonés durante una entrevista en La Xarxa, en la que también emplazó a retomar la negociación a tres bandas interrumpida con el aplazamiento del pleno de investidura decretado por el presidente del Parlament, Roger Torrent. Un acuerdo del que hoy han trascendido algunos detalles, como la intención de las tres fuerzas soberanistas de impulsar un proceso constituyente para materializar la república tras la investidura de Carles Puigdemont.

El documento que iban a firmar JxCat, ERC y la CUP el pasado martes, avanzado por 'eldiario.es', es un borrador que los anticapitalistas difundieron a sus bases. En él se especifica que no es un pacto sobre el programa ni la acción de gobierno, sino la exposición de las cuestiones en que las tres formaciones han llegado a un acuerdo.

El punto más importante es el primero y se basa en el "impulso del proceso constituyente", con la creación de una "asamblea constituyente provisional" el día después de la formación del nuevo Govern y que estaría integrada por los diputados del Parlament y representantes del mundo municipal. En paralelo, se articularía el "fòrum social constituent", compuesto por agentes cívicos y sociales que se encargaría de "sistematizar las propuestas emanadas de la participación popular y someterlas a una consulta democrática en forma de multireferéndum". El resultado de las urnas sería recogido como "mandato vinculante" por el nuevo Parlament surgido de las elecciones constituyentes.

Control de infraestructuras

Otros acuerdos que incluye el documento hacen referencia al control de las "infraestructuras estratégicas", como Aigües Ter-Llobregat, la no renovación de los conciertos a las escuelas que segregan por sexo, un plan de choque contra la violencia machista y otro contra la corrupción.