Un nuevo ataque perpetrado contra una base de la ONU en Kidal,norte de Mali, ha causado el sábado tres muertos y veinte heridos, cuatro de ellos en estado grave, según las últimas cifras ofrecidas por la misión de la ONU en Mali (Minusma).

Los fallecidos son dos cascos azules de nacionalidad guineana y el tercero es un civil empleado de la base, presumiblemente local.

El ataque se produjo con un nutrido fuego de morteros disparados por desconocidos y, aunque el ataque aún no ha sido reivindicado, lleva el sello yihadista por su similitud con otros parecidos contra la presencia de los cascos azules en Mali.

La Minusma tiene desplegados en Mali a más de 9.000 cascos azules, además de un millar de policías y otro de civiles, lo que la convierte en una de las mayores misiones de la ONU en el mundo y también una de las más peligrosas por ser blanco frecuentes de los grupos yihadistas que se ocultan en el norte del país.

El jefe de la Minusma, el tunecino Mongi Hamdi, ha señalado horas después del atentado que "estos ataques no doblegarán la determinación de la ONU de apoyar al pueblo maliense y al proceso de paz y reconciliación en Mali".

PROCESO DE PAZ

Hamdi se refería así al acuerdo alcanzado el pasado junio entre los grupos separatistas tuaregs y el Gobierno central, que redujo los episodios de violencia sectaria en el convulso norte del país pero no terminó con ellos.

Aunque la mayoría de organizaciones tuaregs se sumó al acuerdo, elgrupo de Ansar al Dine, del histórico rebelde Iyad Ag Ghali, lo boicoteó, al negarse a romper con los grupos yihadistas con los que se ha aliado en los últimos años..Ansar al Dine es uno de los grupos que reivindicó el ataque del pasado 20 de noviembre contra el hotel Radisson Blu de Bamako, que ocasionó la muerte de veinte personas, entre clientes y personal del establecimiento

Lo que parece claro es que Mali se ha convertido en el principal teatro de operaciones de los grupos yihadistasante la precariedad de las instituciones estatales y el endeble acuerdo firmado por los tuaregs y el Gobierno central, que pende de un hilo

Además, los observadores señalan que hay una sorda pugna entre los propios yihadistas, polarizada entre los fieles a AQMI y los adeptos alEstado Islámico, una lucha en la que los históricos como Belmojtar o Ag Ghali no acaban de decidir sus alianzas.