José María Aznar reapareció este jueves en València tras haber renunciado hace unas semanas a la presidencia honorífica del Partido Popular y confirmó que sigue dispuesto a tratar de marcar el paso de la política del gobierno de Mariano Rajoy. "El principal riesgo que afecta a la sostenibilidad de la recuperación económica es el riesgo politico interno", espetó el ex presidente, que criticó las concesiones de los pactos alcanzados hasta ahora, en forma de subidas de impuestos o que puedan desembocar en un aumento del déficit. Instó a Rajoy "a retomar una agenda reformista que a mi juicio está incompleta" y defendió la última reforma laboral del PP, cuya derogación es uno de los objetivos del PSOE y que dijo que a su juicio es "necesaria y acertada".

En una exposición sin preguntas ante los miembros AVE, el lobby empresarial de Valencia, dijo ser "muy consciente de las limitaciones de un gobierno hoy en minoría" pero recordó que llega "después de cuatro años de mayoría absoluta". "La fragmentación parlamentaria y el gobierno en minoría, son un escenario poco propicio para la reforma", admitió para de manera inmediata criticar "la tendencia" de que "los pactos se cierren con aumentos de gasto y compromisos que no incluyen reformas de calado".

Aznar puso como ejemplo en este campo su primera legislatura, en la que también gobernó en minoría, y delimitó el marco en el que, según él, se deben desarrollar los pactos. "La estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opcion son un imperativo", afirmó. El presidente de la liberal FAES apuntó que "no es bueno de que se asiente la creencia de que la unica forma de reducir el deficit publico es subir los impuestos", ni que "se vea el déficit como elemento generador de crecimiento y empleo" o que "se acuda a la deuda como un recurso indoloro para pagar el estado del bienestar".

Y en este punto, advirtió de que está en contra "proponer el recurso a la deuda como solución a un problema de sostenibilidad estructural del sistema de pensiones".

DEL DESAPEGO VALENCIANO AL INDEPENDENTISMO

El naviero Vicente Boluda, presidente de AVE, fue el encargado de introducir a Aznar a un público formado por unos sesenta y cinco empresarios (con sólo ocho mujeres) y con algunas destacadas ausencias como la de Juan Roig. Y Boluda advirtió puede llegar el momento en que cuestiones como la infrafinanciación o la política de infraestructuras e inversiones genere un "desapego" de la Comunitat Valenciana con España.

"Sinceramente espero que nunca llegue el día pero la verdad es que razones para que emerjan populismos y movimientos demagógicos no faltan", deslizó. Aznar contestó elogiando "la singularidad integradora dentro de un proyecto nacional compartido" que a su juicio ha hecho crecer a la Comunitat y que le ha permitido "alcanzar el maximo nivel competencias y desarrollar sin fracturas internas sus singularidades culturales y lingüísticas y lograr el exito en su proyecto de modernización y crecimiento".

Pero también aprovechó para cargar contra los que "cultivan los particularísimos", contra los que "la historia les hace creer acreedores de más derechos pero de ninguna obligación hacia aquellos con los que han compartido es historia", contra los que "transforman el derecho a la diferencia en diferencia de derechos" y contra los "que quieren hacer del espacio democrático común una destructiva confrontación de identidades".