El extesorero del PP Luis Bárcenas ha tratado este martes de justificar su fortuna en Suiza, que en el año 2007 llegó a sumar 48,2 millones de euros, diciendo que "era como un fondo de pensiones fuera de España". Aunque por fin sacó una carpeta para detallar de dónde proceden unos ocho millones, como un aserradero en Costa Rica, compraventa de obras de arte con el extesorero del PP Rosendo Naseiro y un producto de estabilización de suelo de Argentina, por ejemplo.

A preguntas de la fiscala Concepción Sabadell, ha asegurado que nunca le causó perjuicio a la Hacienda española, porque hasta el 2011 pagaba más en Suiza que lo que le correspondía en España y regularizó en el 2012, con la amnistía fiscal del Gobierno del PP. "Mi nivel de transparencia era tan grande", ha llegado a decir Bárcenas, que "los dos bancos sabían que tenía cuenta en el otro", aunque sí ha admitido que no comunicó que había sido elegido senador inmediatamente a Lombard Odier y que su cargo como gerente del PP sólo lo conocía Dresdner Bank.

En un tono más vehemente que ayer, probablemente, por lo que se juega, en el que ha demostrado cómo se lleva con la fiscala adscrita al caso Gürtel desde febrero de 2009, Bárcenas ha explicado que solo tuvo dos cuentas en Suiza, aunque las fue cambiando del Private Bank al BSI, al Dresdner y al Lombard Odier. Y, para más lío, cambiando sus sucursales de Ginebra a Zúrich.

La primera la abrió en 1988, porque "eran operaciones que realizaba fuera de España y prefería tenerlas fuera. No las declaré. Eran operaciones con no residentes españoles y era dinero que tenía como un fondo de pensiones fuera de España". Ha necesitado más de dos horas de interrogatorio para sacar una carpeta, que dice que concluyó el domingo pasado, y enumerar sus negocios.

"Le puedo facilitar una información de carácter global" sobre el origen de su fortuna en Suiza, le dijo a Sabadell. Una parte, 928.425 euros, procede de su actividad con su "socio y amigo" Francisco Yáñez, padre del considerado su testaferro, Iván Yáñez, por un aserradero en Costa Rica; 50.000, de Serena Digital; 942.840, de Centenary; tres millones en inversiones con Sinequanon; 1.842.000 euros en compraventas de arte con Naseiro; 174.000 euros que le paga Luis Fraga por el préstamo que le había hecho para comprar una casa en la calle Concha Espina en Madrid; 200.000 por la venta de soja en Argentina; 720.000 euros por la opa de Endesa; y 651.515, en Argentina a través de Royal Rock Product, por la comercialización de un producto de estabilización de suelo.

SINEQUANON Y LA FAMILIA REAL

Bárcenas, que en todo momento ha intentado exculpar a su esposa,Rosalía Iglesias, con frases como "mi esposa firmaba donde yo le decía que firmase" o que le acompañó a algún banco, pero le decía que era para "reuniones de trabajo", ha explicado que abrió la fundación panameña Sinequanon ante el cambio de la legislación suiza sobre ahorros por consejo de Lombard Odier, que contaba con otra, "Favona, que la usaba parte de la familia real española", a través de la que gestionaba "un montón de fundaciones".

Y salvo esa fundación, de la que ha dicho que "más que pantalla era visillo", porque se veía que estaba él detrás, y la uruguaya Tesedul, de la que ha dicho que no pudo utilizar por el bloqueo de sus cuentas, no tuvo más.

Según Bárcenas, su actuación no le provocó perjuicio a Hacienda hasta el 2011, porque en Suiza pagaba lo que Hacienda le tenía que cobrar "o más". Según sus cifras, con la regulación que hizo fuera de plazo en diciembre del 2012 a través del impuesto de sociedades de Tesedul, pagó lo que le correspondía: "Aparte de retención (por los beneficios) en la fuente del 20%, 350.000 euros de impuesto de sociedades de Tesedul".

EL DETALLE DE LAS INVERSIONES

La sorpresiva aportación de la relación de inversiones de Bárcenas marcó el resto del interrogatorio de la sesión matutina del juicio. La fiscala se interesó especialmente sobre aspectos concretos de los negocios declarados por el acusado, como por qué cobraba en pesetas por una inversión en Argentina por la que le pagaban en Suiza unos "señores de Liechtenstein". El extesorero, tras dudar, dijo que lo había puesto como condición.

Tampoco pudo aportar más datos sobre las inversiones en obras de arte con Naseiro, porque su antecesor en la tesorería "te daba clases de pintura, pero era muy cauteloso" a la hora de decir de dónde procedían las pinturas, explicó.