La reforma de la Constitución no es una varita mágica para resolver los conflictos territoriales. Es imprescindible, también, un cambio en la actitud "desafiante" de las instituciones catalanas. Así lo ha expresado el presidente del Consejo de Estado en su intervención en la comisión Territorial del Congreso de los Diputados. "La simple modificación de la Constitución por si sola no servirá de instrumento que mágicamente resuelva el funcionamiento del Estado autónomico si paraleamente no cambian ciertas actitudes que les llevan a incumplir leyes y sentencias, y actuar de forma desafiante y desleal", ha advertido José Manuel Romay Beccaría.

El jurista, que preparó en el Consejo de Estado un informe en 2006 para una posible reforma constitucional, ha reconocido que desde aquel momento la situación en Catalunya haemporado. "Ha sido una desgracia lo sucedido en una comunidad autónoma tan querida como Catalunya. Ha habido que tomar medidas excepcionales", ha lamentado.

¿MÁS COMPETENCIAS PARA EL ESTADO?

Romay Beccaría ha defendido el Estado autonómico, aunque ha admitido que contiene errores y se necesitan mejoras. Ha pedido mayor colaboración y lealtad entre las comunidades y la administración central. Ha subrayado lo negativo de los conflictos competenciales y ha sugerido la necesidad de que una reforma de la Ley Fundamental dotase de "algunas atribuciones más" al Estado.

A su entender, que la reforma de la Constitución sea eficaz dependerá que los cambios sean "limitados y prudentes" y que las alternativas propuestas sean "maduradas" y consensuadas entre todos los grupos políticos en un "diálogo sereno".

El PP ha adviertido en la comisión que "no se puede premiar a los secesionistas, que continúan desafiando la ley". "Cualquier reforma en esta comisión no será para ceder a los desafíos, sino para que todos mejoremos", ha señalado el portavoz popular José Antonio Bermúdez de Castro.

Romay Beccaría ha recomendado la reforma del Senado.