Jugada maestra del entorno de Pablo Iglesias. Golpe de efecto en la reestructuración de la cúpula estatal. El líder fulmina a su número dos y otorga un poder vital a su jefa de gabinete, Irene Montero. Era un secreto a voces que levantaba ciertas ampollas, tras prometer generosidad y unidad a los militantes. En ese contexto, personas encuadradas en la corriente pablista han filtrado este sábado que, a cambio, Íñigo Errejón será el candidato a las próximas elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid. Si se trata de una cortina de humo para diluir el empoderamiento de Montero, una maniobra para frustrar la operación o una mera casualidad, es una cuestión abierta a interpretaciones.

De momento, Iglesias y Errejón han salido del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) con un discurso tan similar que parece incluso pactado. Ambos han insistido en que serán los militantes los que decidan quién es el candidato que se enfrentará a Cristina Cifuentes (PP) y, aunque han admitido que el tema ha estado sobre la mesa, se han negado a confirmar ante los medios que esa decisión esté cerrada. "A esa pregunta tendrá que responder Íñigo, yo solo puedo decir que me encantaría que lo hiciera", ha señalado Iglesias. "Es pronto para adelantar escenarios", ha zanjado Errejón. Los dos dirigentes han subrayado que lo que se ha acordado es "redoblar la apuesta" al PP y que la candidatura en la Comunidad de Madrid es la clave de bóveda de esa "estrategia 2019". El anticapitalista Miguel Urbán ha lamentado que se hable de candidatos y no de proyectos. El líder en la región madrileña, Ramón Espinar, ha apostillado que si esa es "la ambición" de Errejón, él le apoyará.

.

EL DISCURSO

Ante el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), la cúpula morada que ratifica por votación los cambios en el partido, Iglesias no le ha mencionado expresamente, pero sí ha señalado la importancia de tener un cabeza de lista de máxima solvencia en un territorio estratégico. “En Madrid, no solo hay que reeditar el gobierno del cambio en el Ayuntamiento, sino que hay que acumular fuerzas para derrotar a Cifuentes con una candidatura ganadora”, ha señalado.

Fuentes conocedoras de las conversaciones confirman que el pacto está hecho pero el compromiso era mantenerlo silenciado. Iglesias, en apariencia molesto, ha criticado en su discurso ante la cúpula que se haya filtrado. Los errejonistas se niegan a avalar esa información. En breve: hay acuerdo para que Errejón dispute la Comunidad de Madrid a Cifuentes, pero era un pacto que debía mantenerse en silencio hasta la nominación del candidato a primarias. Que la filtración provenga del círculo pablista en la capital ha tensionado no solo la reunión del CCE, sino sobre todo a la corriente afín al líder.

REPARTO DE LA TARTA

El reparto seguro de la tarta es este: los pablistas ocupan 11 puestos de la ejectutiva, los errejonistas 3 y los anticapitalistas 1. Irene Montero arrebata a Errejón la cartera de mayor visibilidad, la portavocía en el Congreso. Errejón pierde ese cargo y la secretaría Política, una de las de mayor peso. A cambio se queda con la secretaría de Análisis Estratégico, que no tiene tanto poder, y que puede recoger parte del trabajo que venía desempeñando la dimitida Carolina Bescansa. En el Parlamento, se queda como portavoz de la comisión Constitucional, un cargo que hasta ahora tenía Iglesias pero por el que el líder ha mostrado escaso interés: no ha acudido a algunas de las citas más importantes de este órgano.

Errejón consigue incluir a otros dos miembros errejonistas en la ejecutiva: Pablo Bustinduy (Internacional) y Auxiliadora Honorato (Políticas Públicas), pero lejos del 40% que pretendía como proporción a los resultados de Vistalegre 2.

Iglesias sitúa a su núcleo de duro en los cargos de mayor poder y fulmina el errejonismo. Montero es la nueva portavoz parlamentaria. Pablo Echenique sigue como secretario de Organización; Gloria Elizo, que es miembro de la Mesa en el Congreso, se revela como la otra dirigente que gana poder orgánico y asume la secretaría de Acción Institucional; Rafael Mayoral, continúa como secretario de relaciones con la Sociedad Civil; Juanma del Olmo entra en la ejecutiva como responsable de Nuevas Tecnologías y Redes (hasta ahora en manos del errejonismo); en la secretaría de Plurinacionalidad sitúa a la líder de Podemos en Canarias, Meri Pita, (perteneció a la dimitida Gemma Ubasart); en Economía rescata a Nacho Álvarez, que dimitió con Carolina Bescansa. Además, crea la secretaría de Igualdad, que desde que se fundó Podemos era una área capitaneada por la errejonista Clara Serra pero carecía puesto en la ejecutiva. Ahora sí hay butaca y el cargo es para la pablista Sofía Castañón. Secretaria de Participación será Noelia Vera, también en la lista de Iglesias. Como representante de los anticapitalistas entra por primera vez Miguel Urbán.

GOBIERNO A LA SOMBRA

El puesto de Carolina Bescansa como secretaria general del grupo parlamentario lo ocupa a partir de ahora Txema Guijarro. Iglesias se asegura con este cargo y la portavocía de Montero tener bajo control la actividad institucional en el Congreso, incluso en decisiones de calado, como la relación con el PSOE.

Más allá de la ejecutiva, el líder crea un nuevo órgano, 'Pensar el Gobierno', como una especie del clásico gabinete en la sombra de la tradición anglosajona, pero mucho más amplio, con 23 miembros, un número más elevado que el de un consejo de ministros. La mayoría de los nombres son los mismos que componen la ejecutiva. Se reunirán una vez al mes.