La divulgación de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) en la que se anula la prohibición de las corridas de toros en Cataluña ha desatado una avalancha de reacciones, especialmente en los responsables políticos de las diferentes administraciones. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado este jueves, que "diga lo que diga" el TC, la capital catalana impedirá el maltrato animal.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, Colau ha recordado que Barcelona se declaró ciudad antitaurina en el 2004. "Barcelona es una ciudad antitaurina desde 2004. Diga lo que diga el TC, haremos cumplir las normativas que impiden el maltrato animal", ha asegurado.

El ‘conseller’ de Justícia de la Generalitat, Carles Mundó, también ha criticado la decisión del alto tribunal y ha afirmado que "en nombre de la cultura no se puede amparar el maltrato animal".

"El TC anula la ley que prohíbe torturar y matar toros como espectáculo. En nombre de la cultura no se puede amparar el maltrato animal", ha lamentado el ‘conseller’ en un apunte de su cuenta de Twitter.

EL PSC CIERRA FILAS CON EL GOVERN

El diputado del PSC Jordi Terrades ha asegurado que los socialistas catalanes "acompañarán" al Govern en la búsqueda de "vías legales" para "impedir" que las corridas de toros vuelvan a Cataluña.

El PSC, ha explicado Terrades, "no comparte" la decisión del TC porque ya daba este debate "por cerrado" en Cataluña, porque "la inmensa mayoría de los ciudadanos" no suscriben los espectáculos taurinos que implican la muerte del animal.