A veces, y solo a veces, el ‘procés’ e incluso la CUP se conducen por los caminos previsibles. Al menos, acorde con los augurios lanzados en los últimos días. Así, la fuerza anticapitalista ha garantizado este sábado su apoyo a los presupuestos de la Generalitat del 2017, tal y como muchos entendieron, sobre todo, tras el acuerdo entre la ‘conselleria’ de Ensenyament y los sindicatos de profesores. La CUP ha dado el ‘sí’ para que no se cuelgue a sus espaldas el mochuelo de una eventual no celebración del no menos eventual referéndum de autodeterminación que ahora mismo guía los designios del Govern. Pero, y también como cabía esperar, ha sido un ‘sí’ muy amargo e incomodo y acompañado de todo tipo de advertencias y de denuncias de chantaje. Un pacto sin acuerdo.

El cónclave sabatino, en Vilafranca del Penedés dio como resultado una amplia victoria del sí. Los representantes de las asambleas territoriales y de las entidades adscritas se pronunciaron por 39 a 22 y dos abstenciones a favor de facilitar las cuentas. De las doce asambleas territoriales, el 'no' se ha impuesto en las del área metropolitana (Barcelona y Baix Llobregat), mientras que en tres ha habido reparto de votos por igual (Alt Ter, El Camp y Penedès) y en el resto ha ganado el 'sí'.

En cuanto a las organizaciones que integran la CUP y que tienen voto a través del grupo de acción parlamentaria (GAP), se han opuesto Arran, Crida Constituent, Endavant y Lluita Internacionalista, mientras que han votado a favor Constituents per la República, Poble Lliure y Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans.

La traslación a la aritmética parlamentaria serán dos votos a favor de las cuentas (con lo que sumarán 64) y ocho abstenciones.Ciudadanos, PSC, Cataluñya Sí que es Pot y el PP solo alcanzan los 63.

La CUP permitirá la aprobación de los presupuestos, pero no son sus cuentas. En ningún porcentaje. Los anticapitalistas solo desbrozan el camino para que haya un referéndum: “Ya no hay excusas” ha clamado el portavoz de la dirección del partido Quim Arrufat, quien también ha advertido de que ese ‘sí’ tiene “caducidad”: “Si no se celebra el referéndum antes de septiembre daremos por acabada la colaboración con el Govern y esta fase del proceso independentista”. Y por último, un apunte de lo que puede ser el próximo frente: "sin desobediencia no hay independencia"

“No son los presupuestos que el país necesita”, ha aseverado la diputada, y negociadora con Junts pel Sí, Eulàlia Reguant. A su entender, Cataluña “necesitaba políticas valientes, redistributivas y de reducción de privatizaciones y no están ahí”, ha añadido Reguant, que ha "tendido la mano" en todo caso a Junts pel Sí para tratar de pactar enmiendas vivas ante la votación final de las cuentas. Para la diputada, el Govern ha escondido “la cabeza bajo el ala a la hora de encarar políticas sociales” y dijo esperar “que explique por qué no hay una subida de tipos del IRPF para las rentas más altas". Críticas aceradas que llevaban implícito un tono de ‘última vez’ en cuestiones que orbitan sobre el día a día, que no, por ejemplo, en materia de referéndum y proceso constituyente

SATISFACCIÓN EL GOVERN

La reforma fiscal ha sido el gran caballo de batalla de la CUP en las negociaciones de los presupuestos, tanto los frustrados del 2016 como en los actuales, y el nulo éxito obtenido en este campo explica tanto la amargura explicita de los anticapitalista como la satisfacción ‘sotto voce’ este sábado de los convergentes.

Tras unas últimas horas en que los miembros del Govern no escondían su satisfacción, la reacción de Puigdemont fue comedida. Un breve apunte en su intervención en el consejo nacional del PDECat y para señalar que el pacto presupuestario era “la peor noticia” que podía recibir el Estado. El vicepresidente y titular de Economia, Oriol Junqueras, ha utilizado el siempre sucinto Twitter para mostrar también su satisfacción: "¡Seguimos i seguiremos! Ahora, referéndum".