Que este nuevo Barómetro de España del GESOP detecte pocos seísmos en la instantánea parlamentaria no significa que los ciudadanos hayan abandonado la desafección política. Si la reelección de Mariano Rajoy tras 10 meses de interinidad debía servir, según sus propias palabras, para aportar "estabilidad y certidumbre", la situación política del país sigue siendo valorada de forma negativa por la gran mayoría de los contribuyentes.

El 74,5% de los entrevistados mantienen una opinión desfavorable, mayoría que ha crecido casi dos puntos desde hace un año (entonces España aún tenía un Gobierno en funciones) y que se extiende a todos los electorados y a todos los segmentos de población. Y con las tensiones del proceso soberanista como catalizador, Cataluña es la comunidad que consigna un mayor pesimismo (84,3%).

En comparación con el barómetro efectuado en marzo del año pasado --entre las elecciones del 20-D y las del 26-J--, la confianza en los cuatro grandes partidos estatales sigue bajo mínimos. Para hacerse una idea, la formación que genera menor rechazo, Ciudadanos, tan solo es de fiar para el 18% del electorado. En cambio, la mitad de los sondeados recelan de ella.

MÁS ADHESIONES EN LAS CIUDADES

La confianza en Albert Rivera crece a medida que aumenta el nivel de estudios de los encuestados y la dimensión del municipio donde residen. Una cuarta parte de los votantes del PP también se muestran benévolos con su socio parlamentario, igual que un 15,5% de electores del PSOE, fuerza que en su día selló un fracasado acuerdo de gobernabilidad con los naranjas.

Pero la complicidad entre el PP y Ciudadanos no es recíproca. Apenas un 7% de los votantes de Rivera asegura fiarse de Rajoy. En realidad, dos tercios de los ciudadanos confían poco o nada en el partido gobernante, aunque el PP es la fuerza que genera más adhesiones entre sus propios votantes.

Las izquierdas, embarradas en luchas intestinas, tampoco están para tirar cohetes. Seis de cada 10 ciudadanos confiesan su hostilidad hacia el PSOE y Podemos. Los socialistas son la formación que genera menos confianza tanto entre el conjunto de los entrevistados como entre su propio electorado, hasta el punto de que solo uno de cada 10 españoles se fían ahora mismo del partido comandado por una gestora. Un tercio de sus propios votantes también fruncen el ceño.

MAYOR TIRÓN ENTRE LOS JÓVENES

En cuanto a Podemos, la confianza de los sondeados en Pablo Iglesias (15,8%) está al nivel de que consigna Rajoy (14,6%), aunque el recién reelegido secretario general de los morados provoca algo menos de rechazo que el PP: 61,4% frente al 67,2% de los conservadores. La mitad de los votantes de Unidos Podemos se fían de la coalición, una confianza que se incrementa a medida que disminuye la edad de los entrevistados. Dos de cada tres electores del PSOE, hipotético aliado potencial, desconfían de los podemistas.

Seguramente por aquello del 'procés', Cataluña es la comunidad donde menos adhesiones recaban PP, PSOE y Ciudadanos. Podemos, partidario de una España plurinacional y del referéndum catalán, registra mayor hostilidad en Andalucía y las dos Castillas.