España ha solicitado a la Unión Europea acoger el Cuartel General de la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, que actualmente se encuentra en Northwood (Reino Unido) y que previsiblemente cambiará su ubicación por el 'Brexit'.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, envió recientemente una carta a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en la que ofrecía España como sede del Cuartel General de la operación europea en aguas de Somalia, ha confirmado el jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Teodoro López Calderón.

La base naval de Rota (Cádiz) acogería el Cuartel General Operacional (OHQ) de la misión, que en la actualidad está en Northwood, pero que con el 'Brexit' tendrá una nueva ubicación. El Cuartel Operacional que dirige la Misión está compuesto por unos 140 militares de diversos países de la UE, de los cuales, nueve son españoles.

Ahora España está a la espera de que la UE decida, una cuestión que se espera sea resuelta en marzo, coincidiendo con la realización de un ejercicio naval que la Unión Europea realizará en Rota. España deberá competir por el Cuartel General con Francia e Italia, que también han mostrado su disposición, además de Reino Unido, que ha manifestado su interés por mantener esta instalación en su territorio a pesar del 'Brexit'.

Actualmente España tiene desplegado en la zona el buque de aprovisionamiento en combate Patiño, ahora el único de la misión europea navegando por el Índico, y un destacamento aéreo en Yibuti, con un avión de vigilancia.

El submarino S-80, antes de 2022

La Armada espera recibir en diciembre de 2021 el primer submarino S-80 después de que el buque haya superado los graves problemas técnicos que han demorado más de una década su puesta en funcionamiento y que supondrán más de 3.000 millones de euros de sobrecoste respecto a su precio inicial.

El proyecto del S-80 nació en 2004, pero pronto sufrió sus primeros problemas debido a que la primera de las unidades mostró graves deficiencias técnicas que le impedían salir a superficie.

El buque ha sido rediseñado completamente y la Armada ya da por resuelto el problema y ahora sólo espera que el Ministerio de Defensa dé el visto bueno a su financiación para poder recibir el primero a finales de 2021 y que quede plenamente operativo en 2023 tras un año de pruebas.