El exalcalde de Santa Coloma de Gramenet Bartomeu Muñoz se mantuvo firme ante el tribunal del 'caso Pretoria' y negó la mayor: cualquier vinculación con la 'operación Pallaresa', una de las tres realizadas entre 2001 y 2009 que se juzgan en la Audiencia Nacional. El problema es que con la misma contundencia también negó haber permitido que el presunto cerebro de la trama, el exdiputado Luis Andrés García, 'Luigi', haber dirigido el consistorio y sus palabras quedaban en entredicho al escuchar las conversaciones que ambos mantenían el año que fueron arrestados.

"El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet lo dirige el alcalde, el pleno del Ayuntamiento. En esa época y espero que en todas las épocas", fue la respuesta que le dio a la fiscal Anticorrupción Ana Cuenca a la pregunta de si quien tomaba las decisiones urbanísticas era su amigo desde 1975, Luis Andrés García, con el que dijo que hablaba de "temas de los que hablan los amigos, de lo que a uno le afecta, de cómo está, del trabajo". Pero de pliegos, ni con él ni "con nadie".

Y en esa línea, Muñoz, que se enfrenta a seis años y 10 meses de cárcel, sostuvo que la operación Pallaresa se aprobó antes de que él accediese a la alcaldía, en febrero de 2002, en funciones.

PROYECTO NO ADECUADO

En su opinión, el proyecto inicial no se acomodaba a lo que necesitaba el municipio, porque preveía un centro comercial, cuando los dos más grandes de Barcelona están a menos de un kilómetro, y los hoteles de cuatro estrellas se encuentran al sur de la ciudad, que es donde se producen los grandes congresos, como el recientemente celebrado de telefonía. Además, las 40 viviendas protegidas previstas eran insuficientes para una ciudad "que no tiene suelo y la gente joven se tiene que ir fuera". Así justificó las modificaciones de uso que se hicieron y que, según la fiscala, beneficiaron a los acusados en detrimento del consistorio.

"Nunca he utilizado el ayuntamiento para manipular un concurso, ni he tenido empresarios de mi entorno. Nunca he permitido ningún beneficio a costa del ayuntamiento de nadie", aseveró de forma muy convincente, pero difícil de creer tras escuchar las conversaciones que la fiscala pidió escuchar, con la oposición del acusado que se negó a responder a ninguna pregunta sobre ellas, al haberlas impugnado.

En una de las que mantuvo con Luis García, para el que se piden ocho años de cárcel, habla de un constructor también acusado, el propietario de Proinosa, Josep Singla, para el que se solicitan 11 meses de prisión y que formaba parte de la UTE a la que se adjudicó el proyecto. En ella se oye a Muñoz decir en relación al constructor: "Yo lo que quiero es que se postre a mis pies" o "menos lloriqueo y más agradecimiento".

Según Anticorrupción, con las venta de las acciones de Centre Comercial Gramenet, Luigi obtuvo un beneficio en 2003 de 1,5 millones de euros y dos años más tarde recibió 605.346 euros más de la sociedad holandesa Ard Choille. Para ocultar la ilicitud de ese pago hizo una transferencia a la costarricense Marwood Intenacional y distintas cantidades acabaron en otras de las sociedades que controlaba, City Actividades Inmobiliarias, Stefany Gallery y Renticost Serveis.

A Bartomeu Muñoz le acusa de haber recibido una comisión de un millón de euros de Zellingen Gestión Inmobiliaria, administrada por Manuel Valera y controlada por García. Además, Singla, a través de Proinosa disfrutó de un inmueble anexo a su domicilio de cuya reforma se ocupó su mujer. La fiscala cifra en 1.728.062 euros la cantidad total percibida por el exalcalde.