Desde que llegó a la secretaria general del PSOE, e incluso durante la campaña interna que le llevó al liderazgo del partido, Pedro Sánchez ha hecho bandera, a veces con alguna matización, de la regeneración democrática. Este sábado, en un foro sobre esta materia en Madrid, el jefe de la oposición ha presentado el nuevo código ético que se aplicará a los cargos socialistas, que contiene cinco importantes novedades.

La nueva regulación exigirá a los expresidentes del Gobierno que renuncien a su sueldo público si desempeñan alguna actividad continuada y retribuida en empresas. Es un precepto que podría afectar a Felipe González, que forman parte de la dirección de Gas Natural. Sin embargo, los socialistas están en contra de que se aplique con efectos retroactivos.

Los cargos públicos del PSOE, además, no podrán recibir regalos de más de 60 euros, estarán obligados a informar a la comisión de garantías del partido si son imputados (el organismo decidirá sobre su expulsión), también tendrán que dimitir cuando se les abra juicio oral y no podrán solicitar el indulto si son condenados por corrupción, violencia de género u otros delitos graves.

OTRAS PROPUESTAS

El catálogo de medidas viene a sumarse a otras propuestas de Sánchez, como modificar la ley de partidos, revisar la ley del indulto y los aforamientos, limitar a ocho años los mandatos y exigir la dedicación exclusiva a los diputados y senadores, que no podrán cobrar ni un euro más de los que perciben por su escaño parlamentario.