La vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, ha recordado este lunes que la Constitución establece que cuando el Gobierno impugna una ley aprobada por otras administraciones, como hará en el caso de la ley de consultas, y pide su suspensión, esta se adopta "automáticamente. "Es algo que no es nuevo y se ha aplicado en numeralbes ocasiones", ha señalado en respuesta al portavoz del Govern, Francesc Homs, quien el jueves ironizó con la idea de que "si el Gobierno ya sabe en cuántos días dictará un pronunciamiento el Tribunal Constitucional (TC)", es algo que le provoca cierta "sorpresa". "Como seguro que no es así, porque no lo pueden saber, ya se verán los hechos", añadió.

La vicepresidenta ha asegurado que la interposición de un recurso para frenar la consulta es un "asunto jurídico sin complejidad" alguna, y ha advertido que si el alto tribunal suspende la ley de consultas antes de que Artur Mas convoque a los catalanes a votar el día 9 de noviembre, este no podrá hacerlo. Este escenario es, no obstante, poco probable porque se calcula que el TC tardará en torno a una semana en emitir un fallo, y el Govern previsiblemente convocará la consulta antes de que acabe ese plazo.

La número dos del Ejecutivo ha evitado explicar cómo el Ejecutivo tiene previsto evitar que la Generalitat ponga las urnas en los puntos de votación con el argumento de que "no quiere adelantar acontecimientos" y "quiere creer que Mas cuando dijo que respetaría la legalidad", efectivamente lo hará porque "fuera de la legalidad no cabe hablar de democracia".

Saénz de Santamaría ha pedido a los políticos catalanes que hagan un "ejercicio de reflexión" y que no aprueben la ley de consultas dado que el aval dividido que emitió el Consell de Garantias vierte dudas, en su opinión, de la "constitucionalidad" de la norma. Asimismo ha advertido de nuevo que el Ejecutivo "hará cumplir la Constitución y las leyes".