El exnúmero dos del PP de Madrid Francisco Granados ha declarado este viernes ante el juez que la cuenta que reconoció haber abierto en Suiza en 1996 pasó a ser del empresario David Marjaliza en el 2000. Fuentes de la defensa han apuntado que, durante el interrogatorio en la Audiencia Nacional, que investiga la operación Púnica, Granados ha negado que tuviera influencias en la Comunidad de Madrid para mediar en las adjudicaciones. El fiscal pide prisión incondicional para ambos.

El exsecretario general del PP madrileño ha afirmado que, cuando abrió la cuenta en Suiza esta tenía 320.000 euros, y que, en el 2000, un año después de se elegido alcalde de Valdemoro, se la cedió a Marjaliza, investigado como presunto 'conseguidor' de la macrored corrupta que presuntamente amañaba contratos a cambio de comisiones ilegales. Según su declaración, quiso cerrarla pero el banco no le dejó, por lo que traspasó la cuenta a su amigo y recuperó su depósito de 360.000 euros. La transferencia de 1.600.000 euros que Suiza detectó en el 2013, y que condujo a la apertura de la investigación, habría sido, según Granados, un traspaso entre dos cuentas de Marjaliza.

Granados ha declarado durante más de dos horas ante el juez Eloy Velasco. En dependencias policiales, rechazó formar parte de una organización criminal. "¿Una banda organizada? Si no conozco a la mitad de los detenidos", manifestó a los agentes. Fuentes de la investigación han apuntado que ya ha asumido que su partido le ha dado la espalda.