En 'Juego de Tronos', la serie de referencia de Pablo Iglesias, al número 2 de un reino, al que se sitúa bajo el Rey en la escala de mando, su autor, George R.R. Martin, lo bautizó como ‘la Mano’. Hasta ahora, la Mano de Podemos era Íñigo Errejón. Y, desde este sábado lo es Irene Montero, la Mano que se ajusta como un guante al ideal de retorno a los orígenes que persigue Iglesias para su partido. Montero es la personificación del viejo lema comunista de ‘un pie en la calle y otra en las instituciones’. De familia trabajadora y criada en un barrio humilde, como mandan los cánones de la formación que tiene un lider de Vallecas, Montero se inició en el activismo de los movimientos sociales a los 16 años. Ella fue una de las impulsoras de la creación de la ‘franquicia’ madrileña de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) , la de Ada Colau. Y su nombre fue de los más coreados en el pasado cónclave de Podemos de la semana pasada, el llamado Vistalegre 2, justo por detrás del hasta ahora tridente formado por Iglesias, Errejón y Pablo Echenique. Las bases podemitas la ven, precisamente, como una especie de ‘guardiana de las esencias’, frente a un más táctico y posibilista Errejón. La garantía de que las mullidas alfombras no acomodarán al espíritu indómito del partido.

Licenciada en psicología, cuentan que sus asignaturas favoritas fueron Psicología Comunitaria y Psicología del Lenguaje. También cuenta con un máster en Psicologia de la Educación. Parece un currículo muy adecuado para dirigir a las masas, o al menos para no caer en la tentación de hablar de núcleos irradiadores.

Se unió a Podemos tras el fulgurante éxito de los de Iglesias en las elecciones europeas del 2014. En noviembre de ese mismo año, tras ser candidata al Consejo Ciudadano de Podemos, fue nombrada responsable de Movimientos Sociales. Además, comenzó a dirigir el gabinete del líder de Podemos, Pablo Iglesias, tarea en la que se ha empleado justo hasta ahora, convirtiéndose, de hecho, en su sombra...

RECIENTE CUMPLEAÑOS

Ahora, recién cumplidos los 29 años (el pasado lunes), Montero encara su mayor reto, el de ser la portavoz del grupo parlamentario en el Congreso. Los tiempos cambian y tras el paso de Soraya Sáenz de Santamaría y del propio Errejón por ese papel parlamentario, ella en el PP y él en Podemos, la juventud (sobre todo la femenina, siempre más perseguida) ha dejado de ser sospechosa. Sobre todo en la fuerza morada, cuyo líder no alcanza la cuarentena.

E ascenso significa, tras el implacable triunfo del pablismo sobre el errejonismo de Vistalegre 2, que Montero cuenta con la total confianza del líder máximo. Y para aquellos que les guste buscar tres pies al gato, o bien adscribirse teorías conspirativo-machistas, cabe decir que sí, la pareja de Montero es Pablo Iglesias. Pero que esto, como mucho puede dar para un par de ingeniosas comparaciones con Juego de Tronos. Y poco más.