Anticorrupción dice en su escrito de acusación que José Luis Peñas"colaboró de forma esencial en la averiguación del delito y en el descubrimiento de sus responsables". Aún así pide para él seis años y medio de cárcel. A este exconcejal del PP de Majadahonda (Madrid), que declarará el próximo martes, le puede salir caro haber grabado durante dos años a Francisco Correa y haber entregado lo que recopiló del 'caso Gürtel' a la Fiscalía. Pese a todo, dice estar orgulloso de haberlo hecho.

¿Por qué denunció?

Todo el mundo me hace esa pregunta. Y dudo de que a Correa se le diga 'por qué ha delinquido usted'. Parece que delinquir fuera lo normal y denunciar no, que tiene que haber algo oculto. Denuncié porque tenía que hacerlo. No sé si la gente lo sabe, pero hay una obligación legal, y cuando alguien conoce un delito lo tiene que denunciar, cosa que no hicieron ni Mariano Rajoy ni Esperanza Aguirre.

Pero la Fiscalía le pide prisión.

Yo soy abogado. Podría ocultarme del banquillo tras la toga, como ha hecho algún acusado. Yo no. Yo me pongo colores vivos. No me importa estar en el banquillo, porque yo no tengo moralmente la convicción de ser un acusado. He estado muy cerca de una trama que falsificaba informes, que extorsionaba alcaldes... Al estar tan cerca hay supuestas pruebas que me pueden incriminar. Yo solo sé que no he cogido ningún dinero de la trama y que dediqué dos años de mi vida a grabar (a Correa), y mal no lo hice cuando aquí hay más de 30 acusados, siete causas abiertas y en València, dos condenados y otro juicio pendiente de sentencia.

Correa declaró que le pagaba 3.000 euros al mes...

Monté con Juan José Moreno un partido político y él dijo que nos iba a apoyar, que le parecía muy buena idea, que había que luchar contra la corrupción y que él tenía muchísimos amigos y que seguramente nos ayudarían. Él lo que hacía era recolectar dinero, donaciones... Hay una grabación en la que Felisa Isabel Jordán nos dice que "algún día nos dirá el negocio que (Correa) había hecho con nosotros". Él daba dinero mensual a la formación, Corporación Majadahonda. Guardé todas las facturas. Hay más de 300.000 euros justificados en la Audiencia Nacional. No tengo ningún tatuaje, pero a lo mejor cuando termine el juicio me hago uno que diga que Correa dijo que era mala persona, porque que eso lo diga una persona como él es motivo de orgullo.

¿Cómo se dio cuenta de que Correa era un corrupto?

Era diciembre del 2005. Correa recibió una llamada y le gustaba dejar el manos libres del móvil. Estaba hablando con Benjamín Martín Vasco, que era presidente de la empresa municipal de suelo de Arganda del Rey (Madrid). Estaban discutiendo y en un momento le dijo "mira, Paco, o me dais mis 300 millones de pesetas o las parcelas no salen". No hace falta ser licenciado en nada para saber que esa frase esconde lo que esconde. En ese momento supe que Correa no era solo ese empresario de éxito, el que le hizo la boda a la hija de José María Aznar, el amigo de Alejandro Agag, era mucho más.

¿Por qué grabarle y no ir a la Policía?

Yo había denunciado el urbanismo en Majadahonda ante la Fiscalía. Era la época en que los políticos eran inmunes. Aquello se archivó y me dejó mal sabor de boca. Decidí apostar por llevar tal cúmulo de pruebas que nadie pudiera decir que aquí no había nada. Cuando lo había recopilado todo, me presenté en la policía e hice la denuncia. Ya con la denuncia, me llamó Paco para una reunión, en la que yo pasé bastante miedo, porque pensaba que a lo mejor se había enterado. Afortunadamente fui, porque fue una de las mejoras grabaciones: habla de Jesús Sepúlveda, de Luis Bárcenas, de Valencia...

¿Qué le ha supuesto denunciar?

Fue muy duro. Los dos años que estuve con esta gente, que no me apetecía nada... Soy más huraño, más desconfiado y familiarmente me ha producido mucho daño. Yo he ido por la calle y me han insultado y escupido con mi hijo de ocho meses en brazos. A mí mujer le provocaron un accidente... El tema se calmó cuando salió en la prensa que Bárcenas tenía ese dineral en Suiza. Yo creo que ahí la gente dijo, lo habrá hecho por lo que haya sido, pero es que es verdad.

De imputado en el 'caso Gürtel' a testigo en la 'Púnica'

La otra cara de la moneda es la del también exconcejal de Majadahonda (Madrid) Juan José Moreno, el amigo de José Luis Peñas que le ayudó a realizar las grabaciones que luego fueron clave para destapar el 'caso Gürtel'. La Fiscalía Anticorrupción pide para él 24 años y medio de cárcel, porque Moreno no llegó a firmar la denuncia que marcó el fin de la trama de Francisco Correa. "Si la situación que tengo ahora la hubiera tenido en aquel momento, hubiera firmado, pero yo entonces no me encontraba con fuerza. Salíamos de todo el proceso brutal que habíamos tenido en Majadahonda, en el que presentamos ciento y pico denuncias, que al final hemos ido ganando en el Tribunal Constitucional, pero que tanto el Tribunal Superior de Justicia de Madrid como el Juzgado nos echaron para atrás. Era un hastío tan grande, que si lo acompañas de un problema personal importante, como un divorcio traumático... Yo lo único que quería era salir de todo y empezar de cero con 30 años".

Aunque Moreno no firmara la denuncia, pactó con Peñas que corroboraría las grabaciones que hiciera falta, sobre todo, las que había hecho él mismo. Una de ellas resultó tener trascendencia en otro caso de corrupción, el de Púnica, y ha declarado como testigo ante su instructor, el juez Eloy Velasco. En ella un empleado del grupo Dico, Raúl Calvo,identifica al constructor David Marjaliza como "el tapado" del exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados, principal imputado de la trama corrupta. Se lo contó en una montería, como las que frecuentaba el propio exnúmero dos de Esperanza Aguirre, a la que invitaron a Moreno para lograr su voto a favor de la ampliación de un centro comercial en Majadahonda. Mientras cazaban Calvo le explicó que no son tan importantes las parcelas en sí, como los derechos adquiridos" que tenían los alcaldes a la hora de construir colegios concertados o centros de mayores en sus municipios.