El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa por el proceso independentista catalán, aseguró ayer que «la justicia española no está politizada», aunque aboga por cambiar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pablo Llarena participó en una mesa redonda en el curso de verano Justicia y política de la Universidad Complutense, que se celebra en San Lorenzo de El Escorial.

«Niego que la justicia española esté politizada, como se ha demostrado en los cuarenta años de actividad jurisdiccional democrática», recalcó Llarena, que recordó que ha habido procedimientos judiciales que han afectado a todos los partidos políticos en todos los territorios. Insistió en que «el poder judicial no es correa de transmisión de ninguna idea política», aunque recordó que el Tribunal Constitucional ya advirtió de que el actual sistema de elección parlamentaria de los veinte vocales del CGPJ, incluidos los doce de procedencia judicial, tenía un riesgo de politización.

Aunque a su juicio este hecho no se ha producido, sí reconoció que existe esta percepción, por lo que cree que la mejor forma de acabar con tal riesgo es volver al sistema por el cual los doce vocales del CGPJ de procedencia judicial sean elegidos por los jueces.

DIFICULTAD // No obstante, advirtió de que es un tema complejo y reconoció que con un sufragio abierto a los 5.500 jueces para designar a esos doce vocales se podría evitar el riesgo de percepción de politización, pero no el de «ideologización» y el del «corporativismo». Llarena cree que, si los jueces recuperan este sistema de elección, deberán tener un sentido de responsabilidad y ser conscientes de que el CGPJ no solo es un órgano de gobierno de los 5.500 jueces, sino que sus decisiones afectan a todos los españoles.

«No he visto jamás a jueces trabajando con su independencia comprometida ni he estado en ningún tribunal que se asentase en posicionamientos políticos», sentenció.