El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no es partidario de aventuras independentistas y aunque tiene “por principio” no inmiscuirse en “debates internos” de los Estados miembros, ha dejado claro que la Comisión Europea siempre se alineará con las decisiones “del Tribunal Constitucional y del Parlamento español”, pero ha añadido una postilla que ha hecho por unas horas las delicias en las filas independentistas.

En una entrevista en Euronews con tres 'youtubers' europeos, el dirigente luxemburgués recibía la siguiente pregunta: ¿La Comisión Europea reconocería y aceptaría el 'sí' en el referéndum del 1 de octubre en Cataluña?. El veterano político democristiano ha respondido que se esperaba la pregunta y ha esbozado con la doctrina oficial de la institución desde hace más de una década.

Doctrina habitual

Es decir, que la Comisión Europea no participa por principio en los debates internos de un país que son democráticos, aceptados y aceptables”, y que desde la Comisión Prodi (en 2004) la postura de Bruselas siempre ha sido la misma: “vamos a seguir y a respetar las decisiones del Tribunal Constitucional y del Parlamento español”.

La novedad, que ha sembrado confusión y satisfacción en las filas independentistas, ha sido la coletilla añadida: “Es evidente que si un 'sí' a la independencia de Cataluña viera la luz, y está por ver, respetaríamos la elección”, ha explicado. Aunque Cataluña quedaría fuera de la UE en este caso y debería solicitar el reingreso en el club. “Cataluña no podría convertirse al día siguiente del voto en miembro de la UE” y deberá someterse “a un proceso de adhesión como el que han seguido los estados miembros que se han adherido después del 2004”, ha recordado.

Como en Escocia o Luxemburgo

Una máxima que se aplica a todo el mundo. Sea Escocia o el norte de su país de origen. “Si el norte de Luxemburgo se separa del sur sería lo mismo”, ha subrayado. ¿Pero no teme una bola de nieve?, le han repreguntado. “Europa es rica porque las tradiciones regionales son fuertes. No me gustaría que las tradicionales regionales se convirtieran en un elemento de separación y de fragmentación de Europa, pero quién soy yo para poder dar una opinión ilustrada a los que están tentados por aventuras independentistas”, ha añadido.

La confusión generada por esta “opinión” de Juncker, que incluso han llegado a aplaudir los 'consellers' Oriol Junqueras y Raül Romeva, ha sido tal que su equipo se ha visto obligado a puntualizar y aclarar por medio de un portavoz que su postura no ha cambiado y que lo que el presidente de la Comisión quería decir es que las sentencias del Tribunal constitucional tienen que ser respetadas y que, por tanto, “el resultado del referéndum solo puede ser aceptado si se cumple esa condición”.