El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sostuvo ayer que la «izquierda tiene que defender la soberanía nacional» de España y que «los que dicen que se quieren ir porque pagan muchos impuestos son de todo menos de izquierdas», porque lo que promueven es la desigualdad territorial.

Sánchez se refirió así, sin nombrarlo, a Podemos y a su posición favorable a un referéndum de independencia en Cataluña pactado con el Estado, en un acto con unos 400 militantes en el barrio madrileño de Moratalaz.

A la vista del debate en Cataluña sobre una posible investidura telemática de Carles Puigdemont, el líder del PSOE defendió que en esa comunidad «tiene que abrirse una legislatura constitucional, lo que implica que no puede estar liderada por un presidente inconstitucional».

También se mostró convencido de que la vía unilateral del independentismo en Cataluña «no va a funcionar ni ayer ni hoy ni nunca» y de que «lo que funciona es la Constitución y el Estatuto de Autonomía».

Por otra parte, el secretario general del PSOE se mostró ayer «dispuesto a erradicar cualquier tipo de privilegio que pueda tener un representante político», en respuesta a las demandas de algunos militantes que le han pedido que acabe con los «planes de pensiones vitalicias» de los diputados y senadores.

Sánchez protagonizó en la mañana de ayer, en el barrio madrileño de Hortaleza, la segunda de las 52 asambleas abiertas a militantes y simpatizantes que desarrollará en los próximos meses por toda España, a la que asistieron unos 400 personas para hablar de la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

Durante el turno de preguntas, una de las asistentes le pidió su opinión sobre los «planes de pensiones vitalicias» de los diputados, a lo que el líder socialista contestó relatando su experiencia personal tras dimitir como secretario general y renunciar a su escaño hace algo más de un año: «me fui como entré, con una mano delante y otra detrás», dijo. Sánchez explicó que tuvo que darse de alta en la Seguridad Social dos días después de dimitir y que solo tuvo «tres meses de paro» y reivindicó que los políticos son gente «honesta» y «ejemplar» a la que «no puede meterse a toda en el mismo saco».

Su alegato recibió muestras de disconformidad en forma de murmullos y algún grito de «no estoy de acuerdo», que él mismo calmó aseverando que está en contra de que la «clase política» tenga privilegios y que está «dispuesto a erradicar cualquier tipo de privilegio que pueda tener un representante político», lo que fue respondido con aplausos.

Durante el acto, Sánchez explicó su propuesta de imponer un impuesto a la banca y otro a las transacciones financieras para ayudar a sostener el sistema de pensiones -«es de justicia social que la banca rescate al sistema público de pensiones», dijo-, aunque alguno de los presentes la cuestionó y hubo partidarios de hacer recaer ese rescate sobre la Iglesia Católica y su «sistema privilegiado».

LLAMADA A LA «REBELIÓN» / El líder del PSOE, llamó a la clase media y trabajadora a «rebelarse» contra el desmantelamiento del estado del bienestar de la derecha, convencido de que, si lo hacen, los socialistas ganarán las elecciones aunque no tengan de su parte a las «élites políticas y mediáticas».

«Si hacemos eso, por mucho que las élites mediáticas y políticas pongan en los medios cosas distintas a nuestras preocupaciones, ganaremos las elecciones», dijo Sánchez ante una asamblea muy concurrida.