Los sindicatos y asociaciones de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (Medsap) han exigido hoy en Madrid, durante la vigésimo segunda 'marea blanca', la restitución "al cien por cien" del Hospital madrileño Carlos III como centro español de referencia para enfermedades contagiosas, emergentes y pandemias.

Dicho servicio fue desmantelado en noviembre de 2013, cuando se trasladó al hospital de La Paz, y fue reabierto el pasado día 7 para el traslado del sacerdote Miguel Pajares, contagiado de ébola en Liberia y que falleció unos días después.

El portavoz de la Plataforma, Jesús Escudero, ha dicho a Efe que "tanto montar y desmontar" las instalaciones está produciendo enormes gastos a las arcas públicas además de colocar al personal sanitario "en grave riesgo".

Escudero ha puesto el ejemplo del Hospital San Juan de Alicante, donde este sábado fue activado el protocolo contra el ébola ante un posible paciente infectado, y donde asegura que el personal sanitario no cuenta con los mismos materiales de seguridad que en Madrid.

"Están actuando sin control, sin protocolo... como un pollo sin cabeza", ha dicho Escudero.

Además de exigir la reapertura del Carlos III, la 'marea blanca' ha denunciado la situación de irregularidad del Hospital de Fuenlabrada, donde se está investigando la cesión de datos de los pacientes a una clínica privada de Brunete.

Hasta la manifestación se ha acercado el secretario de Economía del PSM, Antonio Carmona, quién ha abogado por una sanidad "pública y universal", pues afirma que es más barata y de mayor calidad que la de gestión privada.

En cuanto a la prolongación de estas reivindicaciones, ha asegurado que "la marea blanca seguirá luchando en agosto", ya que "no existen vacaciones" para los recortes sanitarios, el cierre o la privatización de centros.

Detrás de una pancarta con la leyenda "No a los recortes y privatizaciones, sí a la sanidad y a los servicios públicos", sindicatos y manifestantes han vuelto a reclamar una sanidad "universal, pública y de calidad".

También han denunciado que la Comunidad de Madrid lleva a cabo un plan de privatización "soterrado" mediante el cual deriva servicios como el de transfusiones, pruebas diagnósticas, cirugías y lavandería.

En un comunicado, se quejan también de la situación crítica que en verano viven las urgencias, hospitales y centros de salud madrileños, con "interminables listas de espera, personal al límite y pacientes crónicos sin tratamiento en riesgo -algunos inminente- de muerte".

La concentración ha tenido lugar frente al Ministerio de Sanidad y en ella han participado más de un centenar de personas entre profesionales y pacientes, así como integrantes de la Plataforma de Inmigrantes de Madrid, que han reclamado la restitución de la tarjeta sanitaria a los extranjeros.