La desaparición de una moneda, como puede pasar con el billete de 500 euros, no implica ni mucho menos que sus poseedores vayan a perder su dinero o se tengan que dar prisa para canjearla. La mejor prueba es la peseta: millones de la antigua divisa española siguen en paradero desconocido muchos años después de su desaparición y el Banco de España todavía las cambia por euros.

El 1 de enero del 2002 entró en circulación la moneda europea y hasta el 1 de marzo de ese año convivió con la peseta. La moneda española dejó en ese momento de existir después de 133 años de historia (en octubre de 1868 había sustituido al escudo). En los meses previos, las diferentes sucursales del Banco de España y los bancos privados habían realizado de forma gratuita una parte sustancial del canje de las dos monedas a razón de un euro por cada 166,386 pesetas.

Sin embargo, en el momento en que dejó de poder pagarse con la divisa española todavía quedaba en circulación una buena cantidad de las mismas, por valor de 4.251 millones de euros, 1.362 millones en monedas y 2.889 millones en billetes. En diciembre del 2001, eso sí, la cantidad ascendía a 48.748 millones de euros (2.521 y 46.227 millones, respectivamente).

GOTEO REDUCIDO

El Banco de España ha seguido canjeándolas por euros desde entonces pero en marzo había todavía 1.648 millones de euros en pesetas sin cambiar (800 millones en monedas y 857 millones en billetes). La cantidad es apenas 12 millones inferior a la de un año antes, lo que demuestra que el ritmo de cambio es constante pero muy lento.

La experiencia apunta a que siempre que hay un proceso de retirada de moneda un porcentaje relativamente notable queda sin canjear. En el organismo se estima que los motivos más probables son que los turistas se las llevaran de vuelta a sus países de origen y que los hogares españoles las guarden de recuerdo o las dejaran olvidadas en algún cajón.

PASOS A SEGUIR

El canje de pesetas por euros lo puede realizar cualquier persona física (no las empresas) puede realizarse tanto en la sede central del Banco de España en Madrid (C/ Alcalá 48) como en sus sucursales. Siempre que la cantidad sea igual o superior a 1.000 pesetas, habrá que presentar el DNI, pasaporte o tarjeta de residencia, si bien sus funcionarios también podrán solicitar la identificación al interesado aunque la cantidad sea menor.

El período de cambio finalizará el 31 de diciembre de 2020. Son canjeables los billetes en pesetas emitidos a partir de 1939. Los emitidos entre 1936 y 1939 (durante la Guerra Civil) deben ser examinados por los expertos del Banco de España para determinar su valor de canje. En cuanto a las monedas, solo son canjeables las ocho que había en circulación cuando llegó el euro más la de 2.000 pesetas. Las que hayan sufrido una "alteración derivada de un proceso industrial o mecánico" no se cambiarán.

Además de presencialmente, se puede realizar por correo postal. Si el solicitante no vive en España, puede enviar los billetes de pesetas junto al formulario correspondiente, pero no podrá cambiar las monedas. También podrá realizarlo por vía electrónica.