UGT inaugura el próximo miércoles su 41 Congreso Confederal, que va a estar marcado por la austeridad que ha impuesto la crisis y porque su actual secretario general, Cándido Méndez, se presenta a un nuevo mandato, el sexto consecutivo.

Méndez accedió por primera vez a la secretaría general confederal de UGT en abril de 1994, en la que relevó a Nicolás Redondo con el apoyo del 75,25 % de los delegados y en dura pugna contra Manuel Fernández "Lito".

Al poco de llegar tuvo que enfrentarse a la grave crisis generada por la quiebra de la promotora de viviendas PSV, lo que unido a la división interna que había en el sindicato obligó a celebrar en 1995 un Congreso extraordinario en el que salió reelegido.

Más fácil lo tuvo en los congresos ordinarios de 1998, 2002, 2005 y 2009 (en este último fue reelegido con el 93,2 % de los votos).

En el 41 Congreso Confederal, que se celebra en Madrid del 10 al 13 abril, todo apunta a que volverá a sumar otros cuatro años al frente del sindicato, con lo que llegaría a 19 años de gestión consecutiva.

Previos a la celebración del congreso -cuyo lema es "La unión por el trabajo. Acción y solidaridad"- ya se han desarrollado, sin sorpresas, los de las federaciones y uniones estatales, así como los territoriales.

Esto ha permitido a Méndez hablar con los secretarios generales elegidos y tantearles su apoyo.

Según Méndez, le han transmitido la necesidad de que en UGT haya un cambio en profundidad y que sea él quien materialice dicha transformación, por lo que no se espera una candidatura alternativa (el plazo para presentarlas acaba el sábado).

Además ha afirmado que, debido a la situación laboral y social del país, no es momento para "abandonar".

La crisis ha llevado al sindicato a celebrar el congreso en la sede de UGT-Madrid, en vez de alquilar un palacio de congresos como era habitual.

También se ha reducido el número de delegados que participarán a 600: 360 en representación de las federaciones y uniones estatales, y 240 de las uniones de comunidad autónoma.

El 34 % serán mujeres, lo que supone casi un punto más de representación que en el congreso anterior.

Méndez quiere que los "ejes" sobre los que gravite el congreso sean la recesión, el paro "brutal", los recortes "sin justificación" y los desahucios.

También un tema central será la incapacidad del Gobierno de Mariano Rajoy para resolver los "grandes problemas" de la sociedad, así como para "encender una mínima luz de esperanza, de certidumbre" respecto a que la recesión "puede quedar atrás en un período más o menos razonable", según Méndez.

En el plano interno, su intención es reducir y simplificar las estructuras del sindicato y acercarlo más a la sociedad y a los trabajadores.

Las estructuras a reducir en número serían la Comisión Ejecutiva Confederal, la Comisión de Garantías y el Comité Confederal.

Así lo han pedido algunas organizaciones y federaciones, lo que comparte Méndez, aunque ha precisado que en el caso de la Comisión Ejecutiva Confederal el número ya es reducido, al estar formado por 13 personas.

Méndez también respalda, como figura en alguna de las enmiendas presentadas, que se limiten los mandatos al frente de la secretaría general confederal.

Por ello considera que los próximos cuatro años serán "un periodo de cambios profundos en UGT".

"Un periodo de tránsito hacia un modelo organizativo más ágil, fuertemente sectorializado, donde la dimensión sectorial en el ámbito de las federaciones adquiera mucho relieve, y donde, en paralelo, haya una simplificación y una reducción de las estructuras del sindicato", subraya.