Miles de personas -60.000 según la organización, 25.000 según la Guàrdia Urbana-, la mayoría estudiantes y personal universitario, se han manifiestado este mediodía en el centro de Barcelona en contra de los recortes en la educación. Dos grandes pancartas con los lemas No pagarem la seva estafa y Salvem la universitat pública abrían la multitudinaria marcha, convocada por la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (PUDUP), que ha colapsado los accesos al centro de la ciudad.

La protesta se ha trasladado hasta la plaza de Espanya, obligando al cierre de la estación de metro e impidiendo el acceso desde la plaza al recinto ferial en el que se celebra el Mobile World Congress.

Ocupado el rectorado de la UB

La manifestación transcurrió sin incidentes hasta llegar al edificio de la Bolsa, que recibió una lluvia de piedras, huevos y pintura. Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra cargaron después de que algunos manifestantes rompieran los cristales de una oficina bancaria vecina.

La marcha acabó donde había empezado, en la plaça de la Universitat, donde se celebra una asamblea que sigue cortando el tráfico en la Gran Via. Unos centenares de manifestantes han forzado las puertas del edificio histórico de la Universitat de Barcelona (UB) y han ocupado el rectorado. En la cola de la manifestación también ha habido incidentes en la confluencia de las calles Balmes y Diputació y en Enric Granados, con quema de contenedores y cargas policiales. Uno de los incendios ha alcanzado a un coche aparcado, y los Mossos han efectuado varias detenciones.

Antes de que se iniciara la manifestación, los organizadores han calificado de "auténtico éxito" la jornada de huelga en las universidades públicas catalanas. Los universitarios también han salido a la calle en Girona, Tarragona y Lleida.

Bellaterra, un páramo

Aulas vacías y cortes de circulación habían caracterizado las primeras horas de la jornada, después de que cientos de estudiantes pasaran la noche en varias facultades. Camino de la manifestación, centenares de jóvenes cortaban la Diagonal, lo que provocó colas en la B-23, y también se interrumpió el tráfico en la plaza de Espanya. Horas antes, un centenar de estudiantes de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) habían cortado la AP-7 y la B-30 en los dos sentidos de la marcha, causando retenciones kilométricas, informa Albert Segura.

El corte de la AP-7, de 20 minutos, es el más largo que recuerdan los estudiantes de este campus, que este miércoles por la mañana era un páramo; estaba desierto. Aunque los cortes concluyeron a las 08.05 horas, piquetes informativos bloqueaban todas las carreteras que van a dar a la Autònoma.

Irrupción en la SER

Después de esta acción, los estudiantes se han dirigido a la plaza Cívica y han cortado el acceso a la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), donde los trenes no han parado durante unas horas. También han puesto barricadas y contenedores en la facultad de Ciències Polítiques y la de Ciències. El delegado de la CGT del comité de empresa de la UAB, Ermengol Gassiot, ha explicado: "No nos gusta actuar de este modo porque sabemos que afectamos a mucha gente, pero es la única manera de expresar nuestro malestar por los recortes que estamos sufriendo".

Un centenar de universitarios han irrumpido asimismo esta mañana en los estudios de la cadena SER en Barcelona y han leído un comunicado con sus reivindicaciones en los micrófonos de Ona FM, que estaba emitiendo en directo el programa Fora de joc.

Bloqueo en Girona

En la Universitat de Girona (UdG), un grupo de estudiantes ha bloqueado con cadenas y vallas de obra los accesos a las facultades de Lletres, Turisme y Educació i Psicologia del campus del Barri Vell, informa Ferran Cosculluela. Tanto en la UB y en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) como en la Rovira i Virgili (URV) y la de Lleida (UdL) hubo calma pero muchas clases suspendidas. En la Politècnica (UPC) el seguimiento ha sido menor.

La Secretaria d'Universitats i Recerca aseguró por su parte que la "normalidad" había predominado en la mayoría de los campus catalanes y que la jornada de movilizaciones había tenido "una incidencia desigual en función de la acción de grupos de piquetes". El secretari de Universitats, Antoni Castellà, enmarcó la protesta en un contexto europeo y "más general que universitario".

Unos 120.000 alumnos universitarios, más de 16.000 profesores y unos 10.000 administrativos estaban llamados a la huelga, convocada por la PUDUP, una plataforma que incluye representantes de todos los ámbitos universitarios, y secundada por los principales sindicatos.