Dos responsables de Información de la Policía Nacional en Catalunya fueron quienes avisaron a la célula yihadista de que los Mossos d'Esquadra les estaban investigando. Según informan a este diario fuentes de los Mossos, la policía de la Generalitat tenía un agente infiltrado en la célula yihadista que asistió al intento de sabotaje de esos policías. Fuentes de la Policía Nacional contactadas por este diario han desmentido rotundamente las acusaciones y han recriminado a los mossos que, en vez de denunciarlo ante el juez, no hubieran planteado esas sospechas en la comisión interpolicial.

Según esas fuentes de los Mossos, los dos responsables de la Policía Nacional se desplazaron hasta Mataró y allí contactaron con dos marroquís a los que presuntamente pidieron que fueran a Terrassa a avisar a los miembros de la célula de que estaban en el punto de mira de la policía de la Generalitat.

En esa conversación con los musulmanes de Mataró, los policías nacionales, para confirmar que lo que les decían era cierto, llegaron a mostrar a esos dos marroquís de seguimientos de los yihadistas de Terrassa. Les dijeron que eran fotos tomadas por los Mossos, aunque en realidad las habían hecho ellos mismos, según relatan a este diario esas fuentes,.

Los dos marroquís residentes en Mataró se desplazaron en noviembre a Terrassa y allí se reunieron en la tienda de Taufik, uno de los integrantes de la célula, con el resto de miembros, a los que dieron el aviso.

En esa reunión éstaba presente un miembro de la célula yihadista que, en realidad, era un mosso infiltrado y que inmediatamente avisó a sus superiores del intento de sabotaje por parte del CNP.

Tras recibir el aviso, los miembros de la célula cambiaron todos de teléfono móvil y tomaron muchísimas medidas de vigilancia. Además, tres miembros del grupo decidieron precipitar su viaje a Siria, pues temían que si no viajaban cuanto antes serían detenidos. Los tres fueron arrestados a principios de diciembre en Bulgaria.

La alerta lanzada por el agente infiltrado llevó a los Mossos d'Esquadra a denunciar a los dos oficiales de policía nacional que habían dado el aviso. Ambos fueron citados como imputados por el juez del caso, que abrió una pieza separada. Tras tomarles declaración, decidió archivar el caso, pues la Fiscalía no presentó cargos.