Si la actividad en el Congreso de los Diputados fuera una película, la del 2017 sería una de esas efectistas, con escenas grandilocuentes y algún que otro trucaje, pero en la que al rascar un poco más se descubre un guion quizá demasiado flojo. Cuatro ministros reprobados, cuatro comisiones de investigación trabajando a la vez, un pacto de Estado y hasta la primera moción de censura en 30 años. En definitiva, mucha actividad política, pero poca legislativa.

LOS PRESUPUESTOS

Sin tener en cuenta el fallido 2016, con un Gobierno en funciones la primera mitad del año y solo dos leyes aprobadas en la segunda, el 2017 fue el año con menos normativas aprobadas de la última década. De las 10 leyes que alumbró el Congreso, solo una es ley orgánica -emanó, además, del Senado- sobre el Tribunal del Jurado. Cuatro partieron de la iniciativa del Gobierno, en su mayoría para incorporar directivas europeas a la legislación española, y ninguna de ellas sobre materias de especial trascendencia, además de que los Presupuestos Generales del Estado llegaron con retraso.

A finales de mayo se aprobaron los del 2017, y para el 2018 se prorrogaron automáticamente sin someterlos al examen de la Cámara con la excusa de que no contaban con suficientes apoyos. Y eso que la Constitución obliga al Ejecutivo a presentarlos tres meses antes de que expiren los anteriores. También en esto se hizo historia: fue la primera vez que ni siquiera se llevaron al Congreso teniendo un Gobierno en plenas funciones y sin elecciones generales a la vista.

BLOQUEO GUBERNAMENTAL

Para la oposición, aprobar una ley fue una carrera de obstáculos. Solo se aprobaron cuatro proposiciones de ley, que sortearon el veto presupuestario del Gobierno -que frenó el 28% de las presentadas- o el manido recurso de dilatar los plazos de enmiendas. Entre las victoriosas, una de Ciudadanos sobre trabajadores autónomos, otra del PSOE que modifica la elección de la dirección de RTVE y otra que los socialistas presentaron conjuntamente con el PP sobre asistencia jurídica gratuita.

En lo que llevamos de legislatura, se han llevado a la Cámara 178 proposiciones de ley: 157, de grupos parlamentarios; 18, de comunidades autónomas, y tres, del Senado. Unidos Podemos es el grupo que más ha presentado (47), pero de momento ninguna de ellas ha tenido vía libre. Tampoco ERC (13), PNV (10) o el Grupo Mixto (29) han sacado adelante ninguna. El PSOE ha presentado 44 proposiciones de ley, frente a las 16 del PP o las 13 de Cs.

En cuanto a las iniciativas de orientación política -que tratan de presionar al Gobierno para que actúe de una u otra forma-, el PSOE lidera con creces el ránking, con 1.073 iniciativas, casi 200 más que el siguiente, Unidos Podemos, que tiene el honor de ser el que más solicitudes de creación de comisión ha registrado, 30 en total.

EL FURGÓN DE COLA

Hasta 28 de los 350 diputados no han presentado ninguna iniciativa, si bien 11 de ellos son los miembros del Gobierno. De los 17 diputados inactivos, una docena ni siquiera ha intervenido con cierta regularidad en la Cámara. De hecho, el popular José Luis Ayllón no ha pronunciado palabra, si bien es cierto que compagina el escaño con el cargo de secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Una única intervención y ninguna iniciativa ha registrado Pablo Casado, vicesecretario de comunicación del PP. En las filas populares, también con el contador de iniciativas a cero y menos de cinco intervenciones están Carlos Floriano, Arturo García Tizón, Pilar Marcos, Jesús Posada y Juan Carlos Vera.

El PSOE también cuenta con dos diputados sin iniciativas a su cargo: se trata del expresidente de Castilla La-Mancha José María Barreda, quien preside la Comisión de Defensa, y José Enrique Serrano, que ocupa escaño desde hace cuatro meses.

Casos parecidos son los de Rosa María Romero (PP), Gloria Elizo (Podemos) y Alicia Sánchez-Camacho, vicepresidentas tercera y cuarta y secretaria primera, respectivamente, del Congreso. No obstante, Ignacio Prendes (C’s) y Micaela Navarro (PSOE) ocupan también la vicepresidencia primera y segunda y sí acumulan 274 y 51 iniciativas. La presidenta de la Cámara, Ana Pastor, registró seis preguntas.

En el otro extremo, el premio a los más trabajadores se lo llevan el socialista Miguel Ángel Heredia, con la friolera de 3.313 iniciativas presentadas, y los diputados de ERC Teresa Jordà y Joan Olòriz, con 2.923 y 2.919 cada uno de ellos.

LOS TRABAJOS

Los socialistas ostentan el logro de ser el grupo parlamentario que más iniciativas ha llevado a la Cámara en lo que llevamos de legislatura, con 1.792, seguido de cerca por Unidos Podemos, con 1.768. Pero la más activa ha sido ERC, con 334 iniciativas pese a contar con solo nueve diputados: la media sale a 37,11 iniciativas por cabeza. Eso sí, con permiso del Grupo Mixto, que tiene una media de 44 iniciativas por diputado. Diez veces más que los diputados del PP, que solo han presentado una media de cuatro iniciativas cada uno, situándose al final de la tabla. A ERC lo sigue Unidos Podemos, con 26 iniciativas por diputado de media, y después Ciudadanos, con 23. El PSOE pasa a la quinta posición, con 21 iniciativas por diputado, seguido del PNV, con 13.

En números globales sobre el trabajo de sus señorías, la media —119 iniciativas por persona— dibuja una realidad distorsionada: hay quienes la elevan increíblemente y otros que la hunden por debajo del suelo. Solo una cuarta parte (el 25%) del Hemiciclo supera estas 119 iniciativas. Alrededor de 260 ni siquiera alcanzan la media.

LAS BAJAS

El año 2017 dejó también algunos cambios de dueño de los escaños del Congreso. Siete diputados causaron baja y los partidos tuvieran que tirar de banquillo en busca de suplentes. Entre los más sonados, los socialistas Eduardo Madina o Antonio Trevín, ambos consecuencia de la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE frente a Susana Díaz.

En marzo, Francesc Homs dejó su escaño y la portavocía del PDECat, tras ser condenado a inhabilitación por la organización de la consulta independentista del 9-N en Cataluña.

Y no ha sido el único cambio de portavocía que el hemiciclo ha vivido este año: el congreso de Podemos de Vistalegre 2 entregó todo el control del partido a Pablo Iglesias y dejaba a Íñigo Errejón fuera de foco. Irene Montero se convertía en portavoz del partido. Y en la primera mujer en defender una moción de censura en la historia del país. Meses después, Margarita Robles heredaba la portavocía socialista, cargo que antes de las primarias ocupaba Antonio Hernando. Al Parlamento catalán se marchará este mes, mientras, el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, después de haber liderado la candidatura de los comuns a la Generalitat.

El 13 de diciembre se celebraba la última de 74 sesiones plenarias en las que las palabras «decoro», «corrupción» o «Cataluña» fueron las más escuchadas a pie de escaño. Sus señorías cerraban el año dando luz verde a la prórroga para que la comisión que investiga la presunta financiación irregular del PP prosiga sus trabajos.