Lo dijo ayer sin disimulos el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. "Una ley de presupuestos es un auténtico programa electoral". Y eso es lo que, en estos últimos días, están haciendo los ministerios a las órdenes de Mariano Rajoy: cuadrar cuentas para el 2016 y preparar una serie de propuestas (lo que los populares llaman "medidas en positivo" para reconquistar sectores de su electorado perdido) que serán incluidas en las cuentas públicas del próximo año y, por tanto, utilizadas por los populares a modo de oferta electoral.

"Es muy bueno que se sepa qué compromiso asume este Ejecutivo y el partido que lo sustenta en unas generales en caso de que tenga la confianza de los ciudadanos. Se trata de decir 'mire usted, este es la política presupuestaria y económica que pienso adoptar si ustedes me dan su confianza'", añadió Fernández Díaz en declaraciones a la Ser. ¿Y si los populares no lograran mayoría suficiente para gobernar? ¿no comprometerían unas cuentas ya elaboradas --y puede que hasta aprobadas-- al siguiente Ejecutivo?, se le pregunto al titular de Interior. "Creo que no deja en absoluto las manos atadas [...]. Lo tienen muy fácil. Derogan esa ley y punto", remató.

CONSEJO DE POLÍTICA FISCAL

Así las cosas el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro --responsable de coordinar las cuentas públicas-- se convierte de facto en el responsable del programa electoral del PP. Será finalmente el día 3 de julio y no hoy, como estaba previsto, cuando lleve al consejo de ministros el techo de gasto para su aprobación, el primer paso formal en la elaboración de presupuestos. Tan sólo 24 horas antes Montoro habrá reunido al consejo de política fiscal y financiera (CPFF) y seguramente también a la comisión nacional de administración local (CENAL) para analizar con sus integrantes, muchos de estreno en estos órganos tras el 24-M, cuestiones que afectan a las cuentas estatales, autonómicos y municipales.

En la presentación formal del techo de gasto se espera además una mejora de las previsiones gubernamentales para la economía respecto a las incluidas en el programa de estabilidad y crecimiento remitido, el pasado mes de abril, a Bruselas, según avanzó ayer el ministro Luis de Guindos. El cuadro remitido hace meses a la UE contemplaba un crecimiento del PIB del 2,9 por ciento tanto para el 2015 como para el 2016. Si ahora se revisan al alza esas cifras, los populares ganaría margen de maniobra en los presupuestos para incluir medidas en forma de guiño a distintos colectivos. Uno de los primeros gestos podría ser para los funcionarios: el presidente confirmó ayer que se está estudiando que recuperen parte de la paga extra. De hecho, ya hay un calendario de encuentros previstos entre Gobierno y representantes de los trabajadores públicos para julio.

¿TRAMITACIÓN EN AGOSTO?

Para rematar la operación, el equipo de Rajoy sopesa adelantar a agosto la aprobación de presupuestos en los que trabaja, llegando a las generales --que el presidente volvió a insistir ayer que no adelantará-- con los deberes hechos. O sea, con programa.