Oleguer Pujol, el hijo pequeño del expresidente catalán Jordi Pujol, admitirá este jueves en su declaración en la Audiencia Nacional que cobró varios millones de euros en negro por intermediar en una operación de compraventa de oficinas del Banco Santander, pero añadirá que ya ha regularizado el dinero con Hacienda, según han explicado fuentes jurídicas.

El benjamín del clan Pujol, imputado por un presunto delito de blanqueo de capitales, centrará su defensa en que el dinero que cobró por intermediar en la operación realizada en el 2007 (unos 2,5 millones de euros) lo ocultó en su momento mediante una estructura societaria internacional, pero que luego hizo dos regularizaciones fiscales, una de ellas en el 2012, y está así al tanto con Hacienda.

Su declaración se produce después de que ayer miércoles comparecieran, también como imputados de blanqueo, los empresarios Javier de la Rosa (hijo del empresario catalán del mismo nombre) y José María Villalonga padre e hijo, que también admitieron haber cobrado la comisión en negro y haber regularizado después su situación.

PRIMERA DECLARACIÓN JUDICIAL

Se trata de la primera vez que Oleguer Pujol declara ante el juez para dar explicaciones sobre sus inversiones inmobiliarias. La Fiscalía Anticorrupción sospecha que utilizó dinero familiar que provenía de comisiones ilegales. Ya fue citado en junio del 2015 por el magistrado Santiago Pedraz, quien hasta hace poco llevaba su investigación, pero la comparecencia fue suspendida a la espera de un informe de la UDEF. Este jueves será el juez José de la Mata, que ha asumido la instrucción de la causa, quien le tome declaración.

De la Mata ha unido esta investigación a la que tiene abierta contra el resto de sus hermanos y sus padres al considerar que el dinero que utilizó el benjamín para sus inversiones millonarias procedía "de un lugar común a sus hermanos", de cuentas familiares, algunas nutridas con transferencias de Andorra.