Tras seis días de complejas reflexiones, la ejecutiva de Podemos ha llegado a la conclusión de que el resultado en Catalunya el 27-S no es solo nefasto en si mismo, sino que su peor riesgo es contaminar las aspiraciones a los comicios legislativos de diciembre. Es decir, que el "empate catastrófico" -a 11 diputados, igual que el PP- desmoralice a sus simpatizantes, que se instale la sensación de que Podemos es un partido a la baja y que los sueños de asalto a los cielos nunca van a cumplirse. Que arraigue la percepción de que el partido solo va a ser capaz de arañar un puñado de diputados y no va poder construir una hegemonía que finiquite al bipartidismo. Que se mueran los sueños, la ilusión, que el establishment imponga la fría definición de realidad.

Para luchar contra el desánimo, tras eternas horas de reflexión en una semana 'horribilis', Pablo Iglesias e Íñigo Errejón firman ahora una carta en la que explican qué ha sucedido en la campaña en Catalunya y tratan de insuflar ánimos a una tropa profundamente desmoralizada tras el batacazo del pasado domingo. La reflexión, que está disponible desde este sábado en el foro web Plaza Podemos, comienza por asumir el "empate catastrófico" y una voluntad clara de "rendir cuentas" ante sus simpatizantes.

El secretario general y el secretario político admiten que el nombre de la candidatura -Catalunya sí que es Pot- era un "nombre difícil" y, lo que era un secreto a voces, que en esas elecciones no contaron "con todas las fuerzas y compañeros" que les habría gustado, en referencia velada a diversos fichajes estrella que Podemos trató de conseguir hasta el último momento para "patear el tablero catalán" y que no llegaron a concretarse.

Iglesias y Errejón consideran que el choque de trenes entre el bloque unionista y el independentista es de enorme irresponsabilidad, y que la posición del PP ha acabado regalando las elecciones a Artur Mas porque se ha conformado con "incendiar políticamente" Catalunya. “El mejor pegamento es la seducción, la democracia y el acuerdo”, afirman, para concluir que su posición "se revaloriza" en las generales ante los otros "bloques sordos".

ARENGA A LOS PROPIOS

Asumidos los errores, los líderes de Podemos arengan a sus votares potenciales. Consideran que no es cierto que "el tropiezo" en Catalunya cierre la puerta al cambio político y se comprometen a dejarse la piel en la batalla de las elecciones legislativas del 20 de diciembre. “Nosotros hemos llegado aquí derrochando coraje, compromiso, generosidad y atrevimiento y así pensamos seguir”, advierten. Iglesias y Errejón se despiden con una promesa: "No vamos a flaquear, no vamos a defraudar. Hemos nacido en la adversidad y nos crecemos en ella", advierten.

En una apelación a la épica y al heroísmo, muy arraigada en el discurso primigenio de Podemos, los dirigentes recurren al llamamiento al sueño colectivo y a la entereza en los momentos difíciles. "Fuimos valientes al soñar un país nuevo seguiremos siendo para construirlo con los que han dado el paso y, sobretodo, con los que faltan", se comprometen.

SEMANAS CLAVE

En el aire está cómo Podemos articula esa épica discursiva en una estrategia de campaña que devuelva la ilusión a su electorado potencial lo suficiente como para movilizarlo. Con la fecha del 20 de diciembre sobre la mesa, el partido morado tiene que conformar ahora un equipo de campaña, que será dirigido por Íñigo Errejón. A finales de octubre tienen previsto presentar un programa que se está diseñado de forma especialmente participativa, y sobre esas mismas fechas se deben presentar las listas por circunscripciones para concurrir a los comicios generales. A estas alturas, tras meses de conversaciones con el candidato de IU Alberto Garzón, continúa sin concretarse qué papel puede jugar el malagueño, si habrá otros fichajes estrella, o si Podemos tirará de su principal fortaleza en un regreso a los orígenes: su marca y sus líderes.