Rita Barberá ha votado con su antiguo partido, el PP, para tumbar el intento del PSOE de eliminar la figura del aforado. El pleno del Senado ha rechazado este miércoles la iniciativa, como estaba previsto por la mayoría que los conservadores tienen en la Cámara alta, pero el resultado no ha logrado opacar las voces críticas de la oposición, que han clamado contra la exalcaldesa de València y han pedido su renuncia inmediata al escaño. Barberá, a la que el Tribunal Supremo investiga por un presunto blanqueo de capitales, ha escuchado esas exigencias acaloradas sentada en la última fila del hemiciclo, ya integrada en el grupo Mixto, en el mismo lugar que el martes dormitaba durante la sesión.

La oposición ha mostrado con contundencia su "incomodidad" por la presencia de una senadora que, consideran, alimenta la desconfianza de la población en las instituciones. El portavoz socialista Antonio Rodríguez Esquerdo ha expresado su "recelo" y ha asegurado que cuando los cargos se aferran a los escaños es porque confían más en unos tribunales que en otros. "Nosotros no nos tapamos en el burladero del escaño", ha defendido.

El senador de ERC, Santiago Vidal, ha recordado que es la tercera vez que la Cámara discute sobre los aforamientos sin que las propuestas prosperen. "El resultado es que sigue gozando del aforo una persona cuya presencia nos ofende a todos", ha sostenido y le ha pedido que renuncie al escaño y se marche. "Ya que su partido no lo hace, le pido su dimisión inmediata", ha exigido. Compromís considera que Barberá daña al Senado al convertirlo en un "espectáculo".

El PP ha hecho valer su mayoría absoluta en la Cámara alta al considerar que la reforma constitucional necesaria para acabar con los aforamientos requiere un debate y un consenso previo y no se puede acometer por un gobierno en funciones.