El PP, ante la "noticia" de que el tribunal del juicio de la primera época de la 'trama Gürtel' ha citado a declarar a Mariano Rajoy, aseveró que la formación colaborará con la justicia porque "no hay nada que ocultar". Asimismo, por boca del portavoz adjunto del grupo popular, Carlos Rojas, el partido del presidente mostró "respeto" a las decisiones judiciales, aunque, en este caso, obligará a su líder a pasar el mal trago de testificar qué sabía de los tejemanejes relacionados con Luis Bárcenas y Francisco Correa en sede judicial y respecto a su etapa como secretario general y director de varias campañas electorales.

El PP recordó, no obstante, que como partido no está imputado y pidió al resto de las formaciones que actúen con responsabilidad. En este contexto, la citación de Rajoy se le volvió como un búmeran y el PSOE y Podemos no perdieron la oportunidad de exigirle explicaciones, pero en sede parlamentaria, donde se ha negado a dar la cara, para poder explayarse sobre el tema, reiteradamente, a excepción de su comparecencia ante el pleno del Congreso por el 'caso Bárcenas' en agosto del 2013.

El diputado del PSOE Pedro Saura consideró "normal" y "obvio" que Rajoy, al igual que otros secretarios generales del PP, sea citado a declarar y abogó porque el presidente acuda a además a alguna de lascomisiones de investigación sobre la corrupción que se pondrán en marcha. Mientras tanto, Unidos Podemos avanzó que pedirá sin dilaciones su comparecencia y en el pleno del Congreso.

Pablo Iglesias aprovechó la coyuntura para volver a denunciar la existencia de una "trama" que vincula "intereses políticos y económicos" y que el partido morado pretende dar a conocer a través del polémico 'tramabús'. Según el dirigente, la citación de Rajoy prueba la existencia de del complot.

SIN PLASMA

El secretario general del Podemos reclamó, además, que Rajoy acuda a declarar en persona y no lo haga por escrito -"conociendo su gusto por los plasmas", ironizó- porque sería una "burla" y "una falta de respeto". La portavoz morada Irene Montero y el aspirante a liderar el PSOE Pedro Sánchez coincideron asimismo en que el jefe del Ejecutivo asuma responsabilidades políticas.

Por parte de la Generalitat, la consellera Neus Munté remarcó la importancia de que se puedan "aclarar hechos sensibles que afectan a la credibilidad y financiación de los partidos".