La negociación entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC se acerca a su fin. Las posiciones se mantienen enconadas. En este procés de las paradojas, lo que parece imposible es el pan de cada día. Todas las fuentes consultadas aseguran que se está cerca de cerrar un pacto, aunque los flecos que quedan son de «enjundia». Más o menos solventado el asunto de los medios públicos de comunicación, se levanta ahora otro gran escollo: el proceso constituyente. El jueves, día de pleno en el Parlamento catalán y en el que se debatirá una propuesta de resolución de JxCat sobre el papel de Carles Puigdemont en el futuro Govern, podría señalar la fumata blanca entre ambas fuerzas.

Por partes. Fuentes de la negociación sostienen que se ha destrabado el reparto de cargos en los medios de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). En TV-3 se mantendría el esquema actual, con la dirección de Vicent Sanchis y la jefatura de informativos para David Bassa. En Catalunya Ràdio, el hasta ahora jefe de informativos, Francesc Cano, se haría cargo de la dirección del grupo de emisoras. Es decir, ERC cedería a Junts per Catalunya el control de la radio a cambio de poder acceder al de la propia CCMA. Siempre tomando en cuenta que está al caer una renovación de los consejeros del ente y que todo lo que tiene relación con él pasa por el Parlamento catalán.

En cuanto al proceso constituyente, el principal obstáculo es quién lo comanda. Junts per Catalunya quiere que sea el propio Puigdemont quien lo pilote desde Bruselas, y los republicanos se oponen aduciendo que lo lógico, ya que de lo que se trata es de escuchar cómo se imagina la sociedad civil esa nueva república a constituir, sería hacer que el centro de mando estuviera donde se ubica esa sociedad civil. Es decir, en Cataluña.

LA QUINIELA / A falta de ulteriores detalles sobre el plan de Govern, es decir, la hoja de ruta a seguir en lo que dure la legislatura, se van filtrando datos sobre la composición del gobierno. Según fuentes conocedoras de los entresijos de la negociación, existe cierto consenso para que el exconsejero Toni Comín se erija como coportavoz del Govern. Es decir, habría un interlocutor del Ejecutivo en Barcelona y otro en Bruselas. Con esta fórmula, Comín, es decir, ERC, se reservaría la comunicación de aquellos contenidos del Govern de carácter más social.

El actual presidente de la CCMA, Brauli Duart, suena con fuerza como nuevo consejero de Interior. Elsa Artadi, a Empresa. Pere Aragonés, a Economía, David Elvira, a Salud y Marc Solsona (alcalde de Mollerussa, del PDECat), a Gobernación. Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva, repetirían en Presidencia, Territorio y Exteriores, respectivamente. Esas son las plazas de la quiniela que parecen más o menos fijadas. La gran incógnita, si se da por bueno que se elegirá como candidato a la presidencia a Jordi Sànchez, es quién elegirá ERC como vicepresidente.

Es decir, falta por saber qué decidirá la líder del partido, con Oriol Junqueras en la cárcel, Marta Rovira. Si entrar en el Govern, con el riesgo de la inhabilitación como mínimo en ciernes por el 1-O, o quedarse dirigiendo el partido. Si se diera esta segunda opción, sería seguramente Aragonés quien asumiría el liderazgo de la parte republicana del Govern. De los estrechos colaboradores de Junqueras en Economía, es decir, Josep Maria Jové, Lluís Salvadó y él, solo el secretario de Economia no tiene causas abiertas con la justicia.