El PSOE, Podemos y Ciudadanos han pactado este miércoles poner en marcha la comisión de investigación al PP en el Congreso, ante las resistencias de Mariano Rajoy, quien en la sesión de control al Gobierno, sugirió apartar ese órgano al Senado para diluir el escrutinio sobre la 'caja b' de su partido.

El presidente buscaba presionar a los socialistas para que no acordasen con el resto de la oposición abrir una comisión en la Cámara baja que investigue la presunta financiación irregular del PP. La amenaza era evidente: si el PSOE apoyaba esa iniciativa el PP abriría, en paralelo, otro órgano fiscalizador en el Senado, donde tiene mayoría absoluta, para fiscalizar no solo las cuentas de los populares, sino la del resto de fuerzas políticas. El partido en el Gobierno barajó este órdago para que el PSOE echase el freno ante la posibilidad de quedar salpicado por otros presuntos casos. El acuerdo entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos confirma que la maniobra de los populares no ha conseguido paralizar la comisión en el Congreso, pero no evita que el PP llegue a hacer realidad sus amenazas y cree otra en el Senado.

El presidente lo sugerió en su intrvención en el pleno a primera hora, ante las protestas del PSOE y Ciudadanos, que le advertieron que esa 'caja b' será escrutada en el Congreso, donde la oposición cuenta con más fuerza que el partido en el Gobierno. De hecho, ambos grupos ya habían puesto en marcha conversaciones para buscar un pacto, negociación que ha dado su fruto y, según ha anunciado Albert Rivera, también Podemos se ha sumado y en las próximas horas se registrará la petición conjunta en la Cámara baja.

"Estoy dispuesto a hablar de crear una comisión de investigación en el Congreso o en el Senado, porque el acuerdo no dice dónde", había rebatido Rajoy, para estupefacción de los diputados de la oposición. Tras su respuesta, fuentes del PP han confirmado que su partido barajaba realmente apartar la comisión al Senado.

El líder de Ciudadanos calificó después, en una conversación informal con la prensa, de "broma de mal gusto" las intenciones de Rajoy para evitar que el Congreso investigue a fondo la financiación del PP y se mostró esperanzado en burlar la maniobra de los populares con un pacto inminente con el PSOE que poco después ha podido anunciar.

CONVERTIDOS EN SAL

Durante su intervención en el hemiciclo, el jefe del Ejecutivo ha apostado por situar el foco de la política en lo que suceda de ahora en adelante y no en la investigación del pasado, con una referencia bíblica. "Lo positivo es que mirásemos hacia el futuro, porque si miramos hacia el pasado nos puede suceder como a la mujer de Lot, que quedó convertida en sal", ha zanjado.

El líder de C's ha sido taxativo. Le ha mostrado el acuerdo de investidura, le ha recriminado que de las 150 exigencias que incluye el PP trate de esquivar las relativas a la lucha contra la corrupción y ha garantizado que la comisión saldrá adelante. "Tiene usted pleno al 15, cuatro tesosretos están imputados. No sé si vendrán o tendrán que hacer Skype desde la cárcel", le ha espetado Rivera.

El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, ha mostrado también la determinación de los socialistas en abrir la comisión de investigación de la 'caja b' del PP en el Congreso, tras reprochar al presidente la actuación del Gobierno en los recientes relevos en las fiscalías anticorrupción. "Dejen de manosear la justicia en los casos que les afectan directamente a ustedes, que el PP deje de anular procedimientos en los que está implicado", ha exigido. Hernando ha comprometido que la Cámara alta investigará la financiación irregular del partido en el Gobierno "durante los últimos 20 años". Rajoy ha sugerido no solo que esa comisión debería realizarse en el Senado sino que también ha puesto en cuestión las fechas que deberían someterse a escrutinio.