El presidente catalán, Carles Puigdemont, reúne hoy de forma extraordinaria a su gobierno para analizar el escenario abierto tras el 1-O, suspendido por el TC, en un momento de máxima tensión con el gobierno español y con la puerta abierta a una posible declaración unilateral de independencia.

En la reunión de hoy en el Palau de la Generalitat, que arrancará sobre las diez y media de la mañana, estará sobre la mesa la proclamación de una hipotética declaración unilateral de independencia en el Parlament, los incidentes de ayer con la intervención de las fuerzas de seguridad en los colegios electorales, la actuación de los Mossos durante la jornada del 1-O y la huelga general o "paro de país" convocado para mañana 3 de octubre, entre otras cuestiones.

En una comparecencia en el Palau de la Generalitat, Puigdemont ya anunció anoche que en los próximos días "trasladará" al Parlament los resultados de la votación del 1-O, de acuerdo con las leyes de "desconexión" aprobadas en la cámara catalana con el rechazo unánime de la oposición.

Según datos del Govern, participaron en el referéndum de ayer 2.262.424 personas, con un 90 % de votos a favor del 'sí' frente a un 7,8 % de papeletas en contra.

De hecho, esta semana está marcado en el calendario un pleno ordinario en el Parlament, y esta tarde se reúne la Junta de Portavoces de la cámara catalana para fijar el orden del día.

Paralelamente, este mediodía se celebra una protesta en la plaza Sant Jaume de Barcelona contra la actuación policial en la que participarán partidos y entidades de diferente índole, y mañana hay convocado un "paro de país", ambas iniciativas promovidas por la Mesa por la Democracia.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, el conseller de Presidencia y portavoz del Govern ha explicado que el ejecutivo catalán valorará en su reunión extraordinaria de hoy el "paro de país" convocado para mañana, y ve "lógica" esta protesta tras la actuación de ayer de las fuerzas de seguridad.

Según Turull, el Govern también abordará la actuación de los Mossos d'Esquadra, que ha defendido, y en cambio ha asegurado que la Policía Nacional y la Guardia Civil "rompieron el acuerdo" de la Junta de Seguridad, según el actual "debían actuar con proporcionalidad".

"Hubo de todo menos proporción (...) Hubo una actuación salvaje con la intención de machacar a la gente", ha considerado el portavoz del gobierno catalán