A medida que se acercan las elecciones, los candidatos precisan con más claridad sus intenciones una vez se conozcan los resultados. Tanto Pablo Iglesias, como Pedro Sánchez y Albert Rivera han mostrado su disposición a comenzar a negociar la formación de un nuevo gobierno inmediatamente, sin dar margen al ganador, como sucedió en la microlegislatura ya extinguida, para que trate de buscar un pacto con el resto. Iglesias ha confirmado este miércoles su disposición a llamar al líder socialista para intentar despejar el acuerdo la misma noche electoral.

Sin embargo, Rajoy ha avisado a sus rivales de que la iniciativa “la debe tomar quien cuente con más apoyos”. En este sentido, ha ratificado que si el PP es el partido más votado iniciará los “contactos informales” al día siguiente de la competición electoral con el PSOE y Ciudadanos. “Lo lógico y razonable es que los tengamos”, ha señalado en una entrevista preelectoral en Onda Cero, antes de aclarar que la negociación formal no empezará hasta que no haya un encargo por parte del Rey.

Asimismo, ha intentado ejercer presión sobre sus posibles socios con dos argumentos. Por un lado, al recordar que en España, desde la Transición, se ha permitido gobernar al partido más votado y, por otro, al dar a entender que la voluntad de la gente, “los votos populares” deben tener más valor que la suma de “escaños”. “Es el normal funcionamiento de las instituciones, la normalidad democrática”, ha alegado.

Y preguntado, por la intención de Rivera de sentar en la misma mesa, a partir del mismo 27 de junio, al PSOE y al PP, Rajoy ha señalado que prefiere las “reuniones bilaterales”, dando a entender que él optará por repetir la fórmula empleada en diciembre, que consistió en reunirse uno por uno con los candidatos de las fuerzas más votadas. No obstante, ha restado importancia al modelo de negociación al considerarlo algo meramente procedimental.

Rajoy causó un gran revuelo el martes al ratificar, en el foro Primera Plana, que volverá a declinar ir a la investidura si no consigue los apoyos necesarios, como ya hizo en los meses de infructuosa negociación. Sus adversarios criticaron inmediatamente que se mantenga en una posición tan inmovilista. Sin embargo, este miércoles el líder conservador ha matizado sus intenciones, dejando entrever un propósito de enmienda para no desdeñar, sobre todo, el papel del Felipe VI en el proceso. “Hasta que no me lo proponga Rey, no fijaré ninguna posición y la que fije se lo contaré al Rey en primer lugar”, ha expresado.

LOS ATAQUES A LOS "EXTREMISTAS"

Posteriormente, en el único mitin que Rajoy mantendrá este miércoles, dado que ha reservado la tarde para poder participar en el programa 'El Hormiguero', ha redoblado sus ataques a Podemos, al aseverar que estas elecciones son más importantes que nunca porque en ellas está en juego "la moderación contra el extremismo y los radicales".

El líder conservador ha atribuido al partido morado querer poner patas arriba la soberanía nacional o los "valores y principios" recogidos en la Constitución.