Tras el parón navideño y con el nefasto resultado del PP en las elecciones catalanas aún fresco, el líder conservador, Mariano Rajoy, ha apremiado este lunes a su partido, en la tradicional reunión semanal de su comité de dirección, a comenzar a preparar ya las elecciones municipales y autonómicas del 2019. Hay prisa, nervios y tensión interna en el Partido Popular. Más de la habitual por engrasar la maquinaria, especialmente después del magnífico resultado cosechado por Ciudadanos el 21-D en Cataluña y de que las encuestas sigan soplando a favor de la organización de Albert Rivera, que compite con los populares por el voto de centro-derecha en todo el país.

Así, el próximo lunes Rajoy reunirá a su Junta directiva nacional, el máximo órgano entre congresos, con el objetivo de fijar un calendario de actividades y marcar una agenda «propia» y distanciada del debate territorial y de la situación en Cataluña, según explicó ayer en la rueda de prensa en la sede central de la madrileña calle Génova el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo.

El número tres del PP quiso desvincular la reactivación de la agenda popular del ascenso de Ciudadanos, apuntando que toca prepararse ya para los comicios municipales. El acelerón se dará en un clima en el que las federaciones autonómicas y locales, que precisamente se examinarán en las elecciones del 2019, cunde la inquietud ante el peligro de que los naranjas les roben buena parte de su tradicional electorado. En ese contexto, Maillo lanzó un mensaje de «tranquilidad» pensando en los suyos y aferrándose a la tesis que Rajoy decretó el día siguiente de la cita catalana: el sorpasso de Ciudadanos no es «extrapolable» al resto de España.

Pese a ello, desde hace unas semanas las críticas a C’s se han convertido en una parte relevante del mensaje diario de los dirigentes populares (que previsiblemente irán en aumento según se acerque la contienda electoral) y la intervención pública de Maillo de este lunes no fue una excepción. Así, acusó a Rivera de «sobreactuar» y hacer política en función de «dónde sople el viento». Asimismo, reclamó a Inés Arrimadas que «mueva ficha» en Cataluña porque con ocho electos independentistas en prisión o «fugados», en su opinión, hay «posibilidades» de formar un Govern constitucionalista sin arrojar la toalla o esperar en demasía.

Por el contrario, el dirigente popular apenas deslizó esta vez reproches hacia el PSOE he hizo un «llamamiento» expreso al partido de Pedro Sánchez a que se avenga a negociar con el Gobierno de Mariano Rajoy las grandes reformas pendientes, entre las que mencionó la de la financiación autonómica, la educativa o la de las pensiones.

No quiso Maíllo especular sobre el futuro político del líder del PP en Cataluña, Xavier García Albiol. Se limitó a decir que su partido tiene que analizar los resultados y tomar las decisiones pertinentes.