Mariano Rajoy y Nicolás Sarkozy comieron juntos. De esa manera pretendió el presidente del Gobierno poner un buen colofón a su ofensiva política antiSyriza con el expresidente francés. El lugar elegido fue una 'tasca' madrileña, donde desgustaron juntos un gazpacho andaluz, ensaladilla rusa y chipirones.

La reunión de trabajo finalizada con acuerdo entre el PP y Les Republicains en materia de inmigración, lucha contra el terrorismo y política europea mereció un almuerzo de presupuesto comedido y regusto conservador. El restaurante Tasca Suprema, ubicado muy cerca de la sede nacional del PP, en la madrileña calle de Argensola recibió con naturalidad a los líderes de la derecha. Rajoy escogió este lugar "cercano, cómodo y económico" porque, durante sus años en la oposición al frente del PP solía ir con su gabinete a comer al lugar. Tradición, costumbres y sabores propios.

Rajoy y Sarkozy fueron fueron caminando al restaurante, pasito a pasito, entre miradas curiosas y cámaras fotográficas. Rajoy describió el momento en Twitter al más puro estilo Aznar:

Gazpacho andaluz, adecuado para el caluroso día; ensaladilla rusa, por lo mismo; y unos chipirones, de esos que calman el hambre sin demandar siesta. Previamente, se hicieron una fotografía juntos que el presidente español difundió a través de sus redes sociales con el mensaje "Seguro que @NicolasSarkozy se llevará un buen recuerdo de nuestra gastronomía". En la foto aparecen de manera no muy brava, con las espaldas bien cubiertas, pegadas a la pared (el toro bravo se queda en el centro del ruedo). A juzgar por la foto, la tasca de Rajoy no parece tan tasca como otras, es de las de mantel impoluto blanco, copa generosa, corbata a juego y ambientación de hace 40 años. Tradición ante todo. Los internautas reaccionaron a la publicación de las fotos en Twitter, algunos con humor. "De postre, ¿yogur griego?", tuiteó @LauraFonsua.