El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas, han cerrado para el 30 de julio su cita en el Palacio de la Moncloa, en la que hablarán de todo sin condiciones previas y en la que constatarán unas diferencias prácticamente insalvables respecto a la convocatoria de una consulta.

La Moncloa y la Generalitat han pactado finalmente la fecha del miércoles de la próxima semana para la entrevista que habían apalabrado Rajoy y Mas en la conversación telefónica que mantuvieron el pasado 11 de julio.

Ante ese encuentro, el consejero de Presidencia catalán, Francesc Homs, ha asegurado hoy que Mas acudirá sin poner condiciones previas pero con la voluntad de hablar de todo y sin olvidar el "mandato claro" de la consulta soberanista.

En esa línea, fuentes del Gobierno central han señalado a Efe que Rajoy afronta la cita con el deseo de hablar con claridad y sin cortapisas de todas las cuestiones que se considere conveniente plantear en la misma.

No obstante, ante la aspiración de convocar el referéndum, Rajoy ha garantizado que no lo permitirá porque es ilegal y que eso es lo que trasladará a Artur Mas.

"Vamos a hablar, pero yo no voy a hacer aquello que ni puedo ni debo hacer", dijo Rajoy un día después de la conversación telefónica que mantuvo con Mas.

El presidente del Gobierno acudirá a la entrevista conociendo de primera mano las intenciones sobre el futuro de Cataluña del nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Hoy se ha conocido también que Rajoy y Sánchez se reunirán en el Palacio de la Moncloa el próximo lunes, dos días antes de que el presidente de la Generalitat viaje a Madrid.

El Gobierno desea que el nuevo líder socialista mantenga al respecto una actitud similar a la que ha protagonizado Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque discrepa, en principio, de que la solución pase por una reforma de la Constitución.

Sánchez reiterará a Rajoy la defensa de esa reforma y el presidente del Gobierno, previsiblemente, le instará a que concrete qué es lo que considera que debe modificarse y subrayará que cualquier paso al respecto debe darse con un amplio consenso de las fuerzas políticas.

En los últimos días, Rajoy y Mas se han cruzado declaraciones en las que han evidenciado que hay escasas posibilidades de que logren un acercamiento en sus posiciones.

El jefe del Ejecutivo ha reiterado que lo que sea España lo han de decidir todos los españoles, no sólo una parte, y ha repetido su reproche al presidente de la Generalitat de que se enteró por los medios de comunicación de la fecha y la pregunta de la consulta que pretende.

Poco después, Mas llegó a mostrar su disposición a negociar con Rajoy la fecha y la pregunta de la consulta si aceptaba que se celebrase, aunque garantizó a los partidos que apoyan su propuesta (ERC, ICV-EUiA y CUP) que, sin su consenso, no dará ningún paso.

Rajoy salió al paso de ese ofrecimiento precisando que no iba a "entrar en el juego" y que, por tanto, rechaza debates que considera "absurdos".

"El referéndum es ilegal y, por tanto, no se va a celebrar", volvió a reafirmar Rajoy, quien recalcó que tanto el Tribunal Constitucional como las Cortes Generales han adoptado decisiones que avalan su postura.

Un mensaje que también expuso la pasada semana a los representantes de la Sociedad Civil Catalana (organización que está en contra de la consulta soberanista) con los que se reunió en el Palacio de la Moncloa.

La reunión del 30 de julio será la primera de Rajoy y Mas desde la que celebraron en marzo del año pasado, aunque en esa ocasión se desarrolló de forma secreta y sólo se conoció su existencia días después.

En la jornada en la que se ha concretado la entrevista entre Rajoy y Mas, la Mesa del Parlamento de Cataluña ha admitido a trámite la petición conjunta de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP para que el Consejo de Garantías Estatutarias emita un dictamen sobre la Ley de Consultas a fin de que este organismo jurídico avale su legalidad.

Estos grupos consideran que la ley podría quedar aprobada definitivamente en septiembre.