Ver los toros desde la barrera. Esa es la actitud que ha decidido adoptar el PP ante la crisis sin precedentes del PSOE, a la espera de que la guerra se despeje en favor de Mariano Rajoy. Para no encrespar más los ánimos ni dar nuevos argumentos a los socialistas partidarios del ‘no’ al PP, la dirección de los conservadores envió este jueves un documento interno -‘argumentario’ en la jerga política- en la que pide a todos sus cargos que no tercien en el conflicto interno. “El PP no entra en la crítica política sobre cuestiones de vida interna de otros partidos”, fija el escrito.

Fieles a esta directriz, la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, y otros miembros del ejecutivo señalaron este viernes que el Gobierno “no va a comentar la situación del PSOE”. “No debemos inmiscuirnos y no lo vamos a hacer”, afirmó. El único que se distanció en parte de la estrategia fue el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien consideró que los socialistas viven un “laberinto”, del que deben “salir” por el bien del país.

Más suave, el vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, simplemente deseó “lo mejor” al PSOE y que resuelva su crisis “cuanto antes”. Pese a este aparente distanciamiento, los conservadores viven muy pendientes de lo que suceda al PSOE. La única tabla de salvación de Rajoy es que finalmente los críticos aparten a Pedro Sánchez y se monte una gestora que permita con una abstención que el presidente en funciones pueda reeditar su cargo. Y si finalmente Sánchez gana la partida y se celebran terceras elecciones, al PP le conviene que el principal partido de la oposición salga en la carrera, debido a su embrollo, debilitado.

LAS CRÍTICAS MORADAS

También conviene esta situación a Podemos, cuyos dirigentes dicen mostrar “respeto” por la vida interna del PSOE pero no se privan de arremeter contra los críticos con Sánchez. “González apuntó y los 17 dispararon”, consideró Pablo Echenique, en referencia a los dimisionarios. Íñigo Errejón, por su parte, temió que la crisis "acerque Rajoy a la Moncloa" e identificó algunos de los motivos que, en su opinión, han generado la tensión: la invitación del partido morado a formar un gobierno de coalición y el 15-M, movimiento que “sacudió” el sistema.

Ciudadanos, por su parte, reclamó al PSOE que surja tras la crisis que negocie con el PP para acabar con el bloqueo.