El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que el Ejecutivo estudia la inclusión de una casilla que permita escoger el castellano como lengua vehicular en el formulario que rellenan los padres de alumnos en la próxima preinscripción escolar en Cataluña. Esto significa que las familias que lo soliciten podrán escolarizar a sus hijos en castellano, pese a que el modelo de escuela catalana apuesta por el uso del catalán como idioma para la enseñanza. La medida, anunciada por el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, amparada desde el 2014 por la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), no se ha aplicado nunca hasta ahora, pero esta vez podría llevarse adelante ya que es el Ministerio de Educación quien en estos momentos tiene las competencias en Cataluña, en virtud del artículo 155 de la Constitución.

El anuncio del número dos de Íñigo Méndez de Vigo podría ser, de llevarse finalmente a cabo, un torpedo directo al modelo de inmersión lingüística vigente en las escuelas catalanas desde hace más de 30 años. Pese al consenso que existe en la comunidad educativa a favor de este sistema, que pedagogos, sociólogos y maestros consideran integrador y cohesionador, el modelo está siendo cuestionado desde hace alrededor de una década: primero, por parte de algunas familias de estudiantes; luego por partidos del Parlament como Ciudadanos (que obtuvo sus primeros escaños haciendo bandera del castellano en la escuela) y, más recientemente, por el Gobierno de Mariano Rajoy, que ya intentó con la LOMCE que el castellano fuera lengua vehicular.

«Lo que pretende Educación es del todo inviable, es como si el ministro de Fomento dijera que a partir del año que viene todas las carreteras serán de tres carriles... Es una medida imposible de aplicar de un curso para el otro», han advertido fuentes conocedoras del sistema educativo catalán. «¿Qué van a hacer? ¿Que unos colegios sean castellanohablantes y otros sean catalanoparlantes? ¿O que dentro de un mismo centro haya clases para unos y clases para otros? Eso sí que es segregar, porque al final esto significa que en el patio los niños castellanos acabarán jugando con otros castellanos y los catalanes con los catalanes», han denunciado las mismas fuentes.

Además, han recordado, «una opción lingüística no debería dar puntos a una familia a la hora de elegir colegio: no puede pesar más la lengua vehicular que, por ejemplo, la cercanía del colegio al lugar de residencia del niño o si este tiene una discapacidad», han agregado.

Y aunque el secretario de Estado de Educación ha subrayado que el ministerio está todavía estudiando si esta tarea (la de colocar una casilla en los formularios de preinscripción) le corresponde al Gobierno por la aplicación del 155, las reacciones políticas y sociales contra semejante posibilidad han sido mayúsculas. Fuentes del ministerio han agregado que la decisión se dará a conocer en unas semanas, cuando se publiquen las fechas de la preinscripción escolar que suele realizarse entre finales de marzo y hasta mediados de abril.

La petición inicial parte del colectivo Ames, que ha solicitado al ministro Méndez de Vigo que en los impresos de preinscripción incluya una casilla de opción lingüística, para que las familias que quieran matriculen a sus hijos a hacer clases en castellano.

«CERRADO POR VACACIONES» / También la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, avanzaron ayer que el Consejo de Ministros aprobará durante los meses de febrero y marzo nuevas medidas en el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Según ha apuntado, se trata de actuaciones en los ámbitos de la educación y la función pública que «por calendario» hay que adoptar durante estas próximas semanas para que «ningún catalán se vea perjudicado sencillamente por el hecho de que este Parlamento parece que está cerrado por vacaciones y nadie hace nada», afirmó.

En lo relativo a la función pública, está pendiente la convocatoria de oposiciones para ocupar plazas de funcionario, sobre todo en el ámbito de la educación.

La número dos del Gobierno confirmó de esta manera las informaciones aparecidas en los últimos días en varios diarios, que anuncian el paquete de iniciativas ante el hecho de que el Parlamento catalán no ha investido un presidente de la Generalitat y, por tanto, Cataluña sigue sin gobierno propio. «Las administraciones autonómicas, a partir del mes de febrero y marzo, tienen que adoptar un conjunto de decisiones importantes.