El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, cree que el PP está "roto" tras su proceso de primarias y además está "inhabilitado" por sus múltiples casos de corrupción a pesar de la renovación de su liderazgo y de la elección de Pablo Casado.

En una entrevista en Radiocable, subrayó que el PP está "partido por la mitad" después de que Soraya Sáenz de Santamaría ganara la votación entre los militantes del PP pero después Pablo Casado le diera la vuelta al resultado en el Congreso Extraordinario. Además, el partido esta "involucrado en unos cincuenta casos de corrupción pendientes de resolución judicial- añadió-, y eso le deja "inhabilitado" por la "sospecha" que se cierne sobre él.

Preguntado por la posibilidad de una confluencia electoral de su partido con el PP respondió un contundente "para nada", porque entiende que justamente el logro de Ciudadanos es haber creado un espacio para una formación centrista, liberal y progresista abriendo una cuña en la tradicional dicotomía entre conservadores y socialistas.

Futuro plagado de comicios

Rivera augura un otoño intenso con probabilidad de elecciones anticipadas en Andalucía condicionadas por la sentencia de los ERE y también "complicado" en Catalunya por el empeño de los independentistas en "agitar" la vida política.

Subrayó, en ese sentido, los "destellos y las pruebas" de que quieren "volver a las andadas", por lo que cree que el diálogo del Gobierno con la Generalitat de Catalunya tendría que tener "condiciones democráticas y de respeto a la ley" por parte del presidente, Quim Torra.

Sobre el debate en torno a la memoria histórica, Rivera se mostró partidario de ilegalizar todas las fundaciones y organizaciones "que estén en contra de la Constitución", y en ese sentido precisó que hacer "aplogía de un dictador" como hace la Fundación Francisco Franco "seguramente está en esas características".

Más allá de los matices jurídicos cree que políticamente hay que "evitar" esa apología y, por ejemplo, "que reciba dinero público, ni de coña". Pero también, apuntó, hay que ser "valientes" para impedir otros actos, como los homenajes a terroristas.